Tegucigalpa – La Embajada de Estados Unidos en Honduras anunció oficialmente el traslado a sus nuevas instalaciones, ubicadas en el transitado bulevar Los Próceres de Tegucigalpa. Según el comunicado emitido por la representación diplomática, la sede comenzará a funcionar en su nueva ubicación a partir del lunes 31 de marzo.
El moderno complejo arquitectónico no solo representará físicamente la presencia estadounidense en el país centroamericano, sino que también busca fortalecer las relaciones bilaterales. «Este proyecto no solo mejora la seguridad, al ofrecer un entorno más protegido para sus instalaciones diplomáticas y su personal, sino que también fortalece la capacidad operativa del país en el exterior», destaca el comunicado oficial.
Para los solicitantes de visas, la embajada ha establecido un calendario específico de transición. Hasta el martes 25 de marzo, las citas programadas se atenderán en el Consulado ubicado en la Avenida La Paz. Posteriormente, habrá un período de cierre desde el miércoles 26 de marzo hasta el martes 1 de abril, durante el cual no se brindarán servicios consulares.
«Los servicios de la Sección Consular para las visas comenzarán a operar el miércoles 2 de abril», especifica la embajada, instruyendo a quienes tengan citas a partir de esa fecha a presentarse directamente en la nueva sede del bulevar Los Próceres.
Para ciudadanos estadounidenses que requieran asistencia urgente durante este período de transición, la embajada ha habilitado líneas de comunicación específicas. Quienes se encuentren en situación de emergencia deberán contactar inmediatamente a los números telefónicos +504 2238-5114 o +504 2236-9320, o bien dirigirse al correo electrónico usahonduras@state.gov.
Según subraya la representación diplomática, estas nuevas instalaciones reflejan «el compromiso de los Estados Unidos con un futuro más seguro, más fuerte y más próspero» para ambos países. El complejo no solo pretende mejorar las condiciones de seguridad del personal diplomático, sino que también está diseñado para impulsar «una mayor interacción y cooperación bilateral en áreas clave, como el comercio y la seguridad», fortaleciendo así los vínculos entre Estados Unidos y Honduras.
Este traslado representa una importante inversión en infraestructura diplomática por parte del gobierno estadounidense, evidenciando su interés en mantener y desarrollar las relaciones con Honduras en el largo plazo.