El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registra en lo que va de 2023 al menos 1.104 migrantes muertos o desaparecidos en las rutas de las Américas, lo que considera debe ser un “llamado a la acción” para la región.
“Esto debe ser un llamado a la acción”, dijo el monitor regional para las Américas del Proyecto Migrantes Desaparecidos, Edwin Viales, durante una sesión de trabajo con organizaciones que integran la Red de las Américas sobre Migrantes Desaparecidos.
Viales dijo que hay “un gran subregistro” en los datos en zonas como la selva del Darién, que enlaza a Sur y Centroamérica; así como en la frontera entre México y Estados Unidos, que es considerada de las más peligrosas del planeta para los migrantes.
Los datos hasta este viernes del Proyecto Migrantes Desaparecidos indican que en lo que va de 2023 han muerto o desaparecido 1.104 migrantes en las rutas de las Américas, de los cuales 370 corresponden a ahogamientos, 282 a accidentes de vehículos, 148 a condiciones ambientales, falta de albergue, comida o agua; 77 por actos de violencia, 76 a muertes accidentales, 34 a enfermedades o falta de acceso a la salud, y 117 por motivos desconocidos.
En lo que va del año, los datos señalan que 533 migrantes han muerto o desaparecido en la frontera entre México y Estados Unidos, 75 en la ruta de Cuba hacia Estados Unidos, 42 en el Darién, 41 entre República Dominicana y Puerto Rico y 4 entre Haití y República Dominicana. Del resto de desaparecidos o muertos contabilizados se desconoce la ruta del suceso.
Desde 2014, año desde el cual el Proyecto recopila estos datos, se contabilizan 8.569 migrantes muertos o desaparecidos en las Américas.
En la sesión efectuada este viernes participó Loraine Morales, del Editorial El Toque de Cuba, que lleva a cabo una iniciativa para registrar la desaparición o muerte de migrantes cubanos, identificar a estas personas y contar su historia.
Morales dijo que a partir de 2021 se incrementó el flujo de salida de cubanos hacia Nicaragua por la exención de visado, para desde allí continuar con su ruta por tierra hacia Estados Unidos.
Los datos de El Toque muestran que desde 2014 más de 234 cubanos han muerto y más de 627 han desaparecido en las rutas migratorias hacia Estados Unidos.
La oficial de operaciones y emergencias de la OIM, Mariela Guajardo, comentó que el Pacto mundial sobre migración segura, ordenada y regular “evoca un imperativo moral y humanitario de prevenir la pérdida de vidas y otras tragedias y presenta acciones para los Gobiernos”.
Sin embargo, lamentó que casi 5 años después “desde que se aprobó el pacto, el objetivo sigue escasamente implementado en todo el mundo” y agregó que “la más trágica evidencia de la falta de implementación son las muertes de migrantes”.
Durante la sesión, los participantes destacaron la importancia de abordar las muertes y desapariciones desde un punto de vista humano y no simplemente como una estadística; brindar acompañamiento a las familias de las víctimas, así como la necesidad de crear una memoria histórica y de impulsar una mayor coordinación local, bilateral y regional para prevenir muertes y desapariciones.