Tegucigalpa – En declaraciones que mezclan el dolor personal con un llamado a la justicia, David Murillo, pastor evangélico y padre de Isy Obed, manifestó su optimismo por la acción del Ministerio Público contra el ex jefe militar.
«Nos sentimos alegres con Dios porque está tocando el corazón del fiscal general», expresó Murillo, extendiendo su esperanza a que el juez asignado al caso actúe con justicia.
A pesar de la gravedad de los hechos, Murillo afirmó no guardar rencor contra Vásquez Velásquez, aunque fue enfático al responsabilizarlo directamente por la muerte de su hijo.
«El mató a nuestro hijo, él dio la orden para que mataran a nuestro hijo», señaló, rechazando los argumentos que atribuyen la situación a motivaciones políticas.
El padre de la víctima hizo referencia a principios bíblicos al declarar que «uno lo que siembra es lo que cosecha», sugiriendo que las acciones pasadas del general ahora están siendo expuestas.
«Quizá él no se puso a pensar que en ese momento que un día iba a ser desnudado todos sus actos», reflexionó Murillo.
La detención de Vásquez Velásquez representa para la familia Murillo y otras víctimas de 2009 un momento significativo en su búsqueda de justicia, mientras el caso continúa desarrollándose en el sistema judicial hondureño.