El término Parálisis Cerebral (“static encephalopathy” en inglés) se refiere a un trastorno o lesión cerebral. Se produce siempre que el cuerpo o el cerebro experimentan cambios que están relacionados entre sí. Estas modificaciones dan lugar a un cambio de estado mental que se traduce en un comportamiento incoherente. La encefalopatía, más que una sola enfermedad, es un conjunto de enfermedades con muchas etiologías. Si no se trata, es una condición médica importante que puede provocar daños cerebrales temporales o permanentes (Malmo, 2021). A continuación se presentan algunos de los tipos de encefalopatías que se analizan en detalle.
1. Encefalopatía estática
En los últimos años, los neurólogos han adoptado el término encefalopatía estática (SE), que alude a las enfermedades cerebrales persistentes no progresivas en los niños, especialmente la parálisis cerebral y el retraso mental (FERRY, 1993).
Las focas describen la SE como una lesión cerebral irreversible o permanente. El grado de las alteraciones del desarrollo varía según el tipo de daño y la porción del cerebro afectada. La parálisis cerebral, los déficits de atención, el autismo, el retraso mental, las dificultades de aprendizaje, los retrasos en el habla, las deficiencias visuales y auditivas y los trastornos de la motricidad oral son ejemplos de problemas de desarrollo (NithinA y SinjuE, 2022).
Según Ozawa y sus colegas (Ozawa et al., 2014), la enfermedad neurodegenerativa dominante ligada al cromosoma X conocida como SE en la infancia, que conduce a la neurodegeneración hasta la adolescencia, se clasifica como un subtipo de neurodegeneración con acumulación de hierro en el cerebro (NBIA). El retraso global del desarrollo en la primera infancia que es en gran medida estático es la característica que define el fenotipo de la encefalopatía estática (Ozawa et al., 2014).
Según varios estudios, las personas afectadas presentan parkinsonismo progresivo, distonía, espasticidad y deterioro intelectual en la edad adulta temprana. Dado que no se conocen antecedentes familiares, todas las personas afligidas hasta ahora han sido mujeres y esporádicas (Ozawa et al., 2014).
2. Encefalopatía metabólica
La encefalopatía metabólica (EM) es un trastorno neurológico (Staff, 2021). El término “encefalopatías metabólicas” se refiere a un grupo de afecciones neurológicas que no son provocadas por defectos anatómicos básicos, sino por enfermedades sistémicas como la insuficiencia renal, la diabetes, la insuficiencia cardíaca y enfermedades hepáticas. Cuando el cerebro se ve afectado pueden producirse cambios de personalidad. Además, puede dificultar la retención de la memoria y la capacidad de pensamiento incoherente (Staff, 2021).
La EM se caracteriza por una disminución generalizada de la función cerebral, incluida la conciencia. Además, también se produce cuando se altera la química cerebral en las regiones neocorticales y del sistema activador reticular ascendente (SRAA) del tronco cerebral. La respiración puede estar reducida y las pupilas pueden ser diminutas pero reactivas. A medida que la encefalopatía se agrava, aparece la asterixis, a menudo conocida como “temblor de aleteo”, especialmente en la enfermedad hepática, la sobredosis de sedantes y la uremia (Butterworth, 2005).
Además, muchas encefalopatías metabólicas, en particular las provocadas por la deficiencia de vitaminas y el consumo de sustancias químicas tóxicas, dan lugar a alteraciones metabólicas específicas en los ganglios basales y las regiones cerebelosas, lo que conduce a alteraciones del control del movimiento y la coordinación (Butterworth, 2005).
3. Encefalopatía metabólica aguda
La Encefalopatía Metabólica Tóxica Aguda (EMT) es una condición aguda de disfunción cerebral global. La EMT se produce a menudo en individuos gravemente enfermos. También es probable que la EMT esté infradiagnosticada e infratratada, especialmente cuando afecta a pacientes que requieren respiración mecánica. La EMT tiene diversas causas y suele ser el resultado de una enfermedad sistémica (Julio A Chalela, 2020).
Dado que la mayoría de las EMT son tratables, la detección y la atención tempranas son cruciales. Si el tratamiento no se lleva a cabo a tiempo, algunas encefalopatías metabólicas, como la encefalopatía de Wernicke, inducida por una hipoglucemia prolongada y una deficiencia de tiamina, pueden dar lugar a un daño cerebral estructural irreversible (Julio A Chalela, 2020).
4. Encefalopatía tóxica
La encefalopatía tóxica (ET) es una expresión utilizada para describir el daño cerebral inducido por la exposición tóxica. Existe un continuo de síntomas, que van desde cuestiones clínicas sutiles hasta deficiencias subclínicas manifiestas, asociados a la ET. Además, algunos de los signos clínicos de la ET incluyen áreas cerebrales y componentes celulares comprometidos (Kim y Kim, 2012).
La ET está causada por el envenenamiento crónico del cerebro a causa de diferentes compuestos químicos liberados por las industrias y el sector agrícola. Varios factores pueden interferir en el funcionamiento regular del cerebro. Sin embargo, algunos de los factores más destacados son La exposición a una entidad extraña producida de forma exógena, indígena (producida dentro del sistema nervioso central) o producida dentro del organismo; 2. La alteración del equilibrio iónico; 3. La actividad antigénica; 4. La alteración de la neurotransmisión; 5. La deficiencia nutricional que afecta negativamente a los nervios y las neuronas; 6. El agotamiento de la energía oxidativa (Valk y Van der Knaap, 1992).
5. Encefalopatía epiléptica
El trastorno epiléptico denominado encefalopatía epiléptica (EE) se caracteriza por una creciente disfunción cerebral y manifestaciones epileptiformes aberrantes (Khan, Al Baradie, & Treatment, 2012). Una serie de enfermedades conocidas colectivamente como “encefalopatía epiléptica” se producen cuando la actividad epiléptica no disminuida provoca un daño cerebral gradual. La etiología subyacente no puede ser la única responsable de dicho daño cerebral. La encefalopatía epiléptica puede desarrollarse gradualmente o aumentar y disminuir con el tiempo (Jain, Sharma, Tripathi y Treatment, 2013).
Hay ocho síndromes de encefalopatía epiléptica relacionados con la edad identificados contra la epilepsia. Estos trastornos incluyen el síndrome de la infancia temprana y el síndrome de Dravet, el síndrome de Landau-Kleffner, la encefalopatía mioclónica temprana y el síndrome de Ohtahara en los primeros años de vida, una condición mioclónica en las encefalopatías no progresivas, el síndrome de Lennox-Gastaut, y las ondas de pico continuas durante el sueño de ondas lentas en la infancia y la adolescencia (Khan et al., 2012) (Tabla 1).
Tabla 1 Síndromes de encefalopatía epiléptica reconocidos y propuestos (Jain et al., 2013)
Síndromes reconocidos
Síndrome de Ohtahara
Encefalopatía mioclónica temprana Síndrome de West
Síndrome de Dravet
Propuesta
Epilepsia infantil con crisis focales migratorias
Encefalopatía epiléptica infantil tardía
Epilepsia parcial benigna atípica de la infancia Epilepsia hipotalámica
Síndrome de Lennox-Gastaut
Encefalopatía mioclónica en trastornos no progresivos
Encefalopatía epiléptica con espigas y ondas continuas durante el sueño (CSWS)
Síndrome de Landau-Kleffner (LKS)
6. Diagnóstico y tratamiento de la encefalopatía
Para identificar la enfermedad, el médico suele realizar un examen físico del paciente e indagar en su historial médico y en la medicación que esté tomando. Sin embargo, un médico puede recomendar cualquiera de los siguientes tratamientos tras un diagnóstico completo y la identificación de las causas que están provocando la encefalopatía (Malmo, 2021).
Modificaciones en los hábitos alimenticios
Medicación para prevenir las convulsiones o reducir los niveles de amoníaco
Suplementos dietéticos
Evitar el uso de medicamentos prescritos previamente
En caso de que la enfermedad esté causada por dificultades hepáticas o renales, el paciente puede consultar a un médico para diálisis o un trasplante de órganos.