Tegucigalpa. – La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, se refirió este jueves sobre la confrontación diplomáticas entre Honduras y Estados Unidos, y cuestionó que “pareciera que hay un interés de provocar un distanciamiento” en lugar de atender la agenda bilateral.
Castellanos indicó que no es la primera vez que la Cancillería de Honduras y la embajada de Estados Unidos se confrontan, en relación a los últimos señalamientos que hizo la diplomática Laura Dogu, quien criticó que las políticas del gobierno de Xiomara Castro ahuyentan la inversión extranjera, palabras que según las autoridades hondureñas representan una injerencia.
Para la exrectora de la alma máter, la soberanía no implica que no puedan hacer comentarios de la política de un gobierno, como lo ha hecho la embajadora estadounidense acerca del Estado de derecho, la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada.
“Quiero señalar un hecho más, cuando el expresidente Manuel Zelaya fue expulsado del país (golpe de Estado en junio 2009) y regresa a la embajada de Brasil, ¿puede hablarse de eso como una injerencia de Brasil de haber tenido por unos meses al expresidente?, o cuándo se firmó el Acuerdo de Cartagena (para solucionar la crisis política) puede hablarse de injerencia de los gobiernos extranjeros en los problemas de Honduras, relacionó Castellanos.
Refirió que el concepto de injerencia pareciera que “se manipula” cuando conviene que otros países intervengan en los temas y problemas de Honduras, y no cuando se señalan temas que perjudican la inversión.
“Ahí es cuando yo valoro que el tema de soberanía e injerencia se está manipulando con criterios políticos e ideológicos”, argumentó Castellanos.
La socióloga manifestó que el gobierno de Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación, no es de izquierda, como aseguran sus dirigentes. “Hay gente de izquierda que miró en este gobierno una oportunidad, pero la familia presidencial es de las oligarquías de Olancho cuando se les conoció de militancia de izquierda, y en realidad lo que hubo fue un oportunismo con un discurso de izquierda, pero son grupos oligarcas de poder”, acotó.
Indicó que la administración de Xiomara Castro, quien asumió el poder el 27 de enero de 2022 para un mandato de cuatro años, busca ampliar sus relaciones con otros países, pero en realidad los vínculos comerciales y económicos de Honduras están con el gobierno de Estados Unidos.
“Creo que nos quieren manipular con un concepto de multilateralismo, pero en el fondo, realmente lo que hay son unas acciones que nosotros como hondureños tenemos que darle seguimiento y analizarlas”, advirtió.
Castellanos consideró que entre los temas de importancia para Honduras está el de migración, pero a su criterio pareciera que el gobierno no tiene interés porque se ausentó en la Cumbre de las Américas-que se celebró en junio en Los Ángeles, Estados Unidos’, en donde se abordó ese tema.
Mientras, organizaciones de hondureños en Estados Unidos resienten también la falta de apoyo de parte del Ejecutivo para atender sus demandas, por ejemplo, la legalización de nacionales en ese territorio.
Por su parte, el ex vicecanciller hondureño, general retirado Isaías Barahona, consideró que Honduras debe de promover un ambiente amistoso y respetuoso con Estados Unidos y trabajar de forma positiva.
Para Barahona, la embajadora Laura Dogu no ha faltado el respeto a Honduras al referirse a temas como la inseguridad jurídica y los riesgos de la inversión extranjera.
“No podemos convertir un discurso de la embajadora en un motivo para tensar las relaciones entre ambos países”, dijo el diplomático.
Barahona instó al gobierno hondureño a mantener sanas las relaciones con Estados Unidos y acercarse, para buscar apoyo, en el caso ahora, de negociar un nuevo TPS para los migrantes.
