Tegucigalpa – El Juzgado de Letras Penal de Tegucigalpa dictó auto de formal procesamiento con medidas sustitutivas contra el periodista Esdras Amado López Rodríguez, acusado de los delitos de maltrato familiar con habitualidad y lesiones agravadas en perjuicio de su esposa, Milagro De Jesús González Zelaya.
Según lo comunicado por el Poder Judicial este 10 de abril de 2025, el imputado también enfrenta cargos por desobediencia por no haber atendido órdenes de la autoridad durante el allanamiento.
Durante la audiencia inicial, el Ministerio Público presentó diversas pruebas que incluyen testimonios, dictámenes periciales y evidencias médicas forenses. Por su parte, la defensa del comunicador aportó pruebas documentales y declaraciones de testigos sobre los hechos denunciados.
De acuerdo con la declaración de la víctima, ella y el sindicado han estado casados por diez años, periodo durante el cual han procreado dos hijos. González afirmó que desde los inicios del matrimonio ha sufrido violencia psicológica, patrimonial y física.
El incidente que desencadenó el proceso judicial ocurrió el pasado lunes 24 de marzo aproximadamente a las 12:30 del mediodía. Según la denuncia, mientras la ofendida se encontraba en las oficinas del Canal 36 solicitando documentos a su esposo, se inició una discusión que culminó en agresión física por parte del ahora procesado.
Las medidas sustitutivas impuestas al comunicador, conforme al artículo 173 del Código Procesal Penal, incluyen la prohibición de salir del país, la obligación de firmar periódicamente en la Secretaría del Juzgado y permanecer bajo vigilancia de su apoderado legal.
La audiencia preliminar quedó programada para el 28 de abril del presente año a las 10:30 de la mañana, momento en que continuará el proceso judicial contra el reconocido periodista hondureño.
Este caso se suma a las estadísticas de violencia doméstica en Honduras, un problema social que afecta a numerosos hogares en el país centroamericano, donde las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir y sancionar este tipo de conductas, independientemente de la notoriedad pública de los implicados.