El presidente ruso Vladímir Putin le prometió a líderes de varios países africanos el jueves que Rusia hace todo lo posible para evitar una crisis alimentaria mundial pese a las preocupaciones de que su retiro de un acuerdo que permite los envíos de granos desde Ucrania provoque aumentos en los precios.
Por AP
Putin habló en la sesión de apertura de una cumbre Rusia-África de dos días a la que asistió un número mucho menor de jefes de Estado y de gobierno africanos en comparación con una cumbre anterior en 2019. Mientras discutía el detenido acuerdo de granos del Mar Negro prometió grandes envíos de granos sin costo a seis países africanos.
“Nuestro país seguirá apoyando a los Estados y regiones necesitados, en particular, con sus entregas humanitarias. Pretendemos participar activamente en la creación de un sistema más justo de distribución de recursos. Estamos haciendo los máximos esfuerzos para evitar una crisis alimentaria mundial”, sostuvo Putin.
“Ya he dicho que nuestro país puede reemplazar el grano ucraniano, tanto comercialmente como en forma de subvenciones a los países africanos más necesitados, más aún porque esperamos otra cosecha récord este año”, añadió.
Rusia tiene la intención de enviar hasta 50.000 toneladas de ayuda en granos a Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, Eritrea y la República Centroafricana en los próximos tres o cuatro meses, dijo Putin.
Sin referirse directamente a la promesa de Putin, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, criticó el jueves las donaciones de granos a las naciones en desarrollo y dijo que no pueden compensar el impacto global de las suspensiones de las exportaciones de granos de Ucrania por parte de Moscú.
El jefe de la ONU dijo que su organización está en contacto con Turquía, Ucrania, Rusia y otros países para tratar de restablecer el acuerdo que hizo que Ucrania exportara más de 32.000 toneladas de granos, lo que permitió que los precios mundiales de los alimentos cayeran considerablemente.
Guterres dijo a los periodistas en la sede de Naciones Unidas en Nueva York que sacar millones de toneladas de granos ucranianos del mercado mundial conducirá a precios más altos, los cuales “serán pagados por todos, en todas partes, en particular por los países en desarrollo y por personas vulnerables de ingresos medios e incluso los países desarrollados”.
“Entonces, no es con un puñado de donaciones a algunos países que corregimos este drástico impacto que afecta a todos, en todas partes”, aseveró Guterres.
Tanto Rusia como Ucrania son importantes proveedores de granos. Hace un año acordaron un acuerdo negociado por la ONU y Turquía que reabrió tres puertos ucranianos del Mar Negro bloqueados por los combates y proporcionó garantías de que los barcos que ingresaban a los puertos no serían atacados. Rusia se negó a renovar el acuerdo la semana pasada, quejándose de que sus propias exportaciones estaban siendo retenidas.
Las prometidas exportaciones de alimentos rusos a África son clave para el objetivo de Putin de utilizar la cumbre de San Petersburgo para reforzar los lazos con un continente de 1.300 millones de habitantes que es cada vez más asertivo en el escenario mundial.
Las 54 naciones de África conforman el bloque de votantes más grande en Naciones Unidas y han estado más divididas que cualquier otra región sobre las resoluciones de la Asamblea General que critican las acciones de Rusia en Ucrania.
El grupo de mercenarios rusos Wagner ha estado activo en Malí y la República Centroafricana, y Eritrea ha votado en contra de más resoluciones de la Asamblea General de la ONU que critican la invasión de Rusia que cualquier otra nación africana.
Algunos observadores ven a Burkina Faso como el próximo objetivo probable de Wagner, y Zimbabue ha lidiado desde hace mucho tiempo con sanciones estadounidenses. Somalia, aunque es un aliado de Estados Unidos, suele ser el país africano más afectado por cualquier restricción en el suministro de granos relacionada con el conflicto en Ucrania.
La cumbre Rusia-África se lleva a cabo luego que las autoridades sudafricanas anunciaron la semana pasada que Putin acordó no asistir a una cumbre económica en Johannesburgo el próximo mes porque el viaje podría exponerlo a ser arrestado bajo una orden de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en Ucrania.
Putin anunció el jueves otras medidas para profundizar las relaciones con África, incluyendo una mayor inscripción de estudiantes africanos en universidades rusas, la apertura de oficinas de medios de comunicación estatales rusos en muchos países africanos y un propuesto “espacio de información común en Rusia y África, dentro del cual se transmitirá información objetiva e imparcial sobre los eventos que tienen lugar en el mundo a las audiencias rusas y africanas”.
El asesor de asuntos exteriores de Putin, Yuri Ushakov, dijo que si bien sólo 17 jefes de Estado asisten a la cumbre, otros 32 países africanos estaban representados por altos funcionarios o embajadores. El Kremlin explicó que la fuerte presión occidental para disuadir a las naciones africanas de participar hizo que el número de mandatarios presentes se redujera; en 2019 asistieron 43 jefes de Estado.
Además del grano, otro tema que probablemente estará en la agenda es el destino del grupo de mercenarios de Wagner liderado por Yevgeny Prigozhin luego de su breve rebelión contra los principales líderes militares rusos el mes pasado. El futuro del contratista privado será un tema urgente para países como Sudán, Malí y otros que contratan a Wagner a cambio de recursos naturales como el oro.
Autoridades rusoa y Prigozhin han dicho que la empresa seguirá trabajando en África.
También se discutirá una propuesta de paz para Ucrania que los líderes africanos han tratado de acordar.