Tegucigalpa – Honduras muestra una disminución significativa en la positividad de COVID-19, alcanzando un 2%, según la última actualización de la coordinadora de Vigilancia del COVID-19, Pamela Olivera. En comparación con el 17.06% registrado a mediados de junio, esta reducción refleja una tendencia prometedora en la lucha contra la pandemia en el país.
Olivera señaló que esta disminución puede atribuirse tanto a la inmunidad adquirida por la recuperación natural de la enfermedad como a la protección otorgada por la vacunación, con una duración estimada de alrededor de 6 meses. Además, la estacionalidad histórica de los virus respiratorios en Honduras puede estar contribuyendo a este declive, como un fenómeno natural que coincide con el período actual.
A pesar de esta mejora, muchas personas continúan siendo precavidas, adoptando medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas y el lavado frecuente de manos, lo que podría haber contribuido a la reducción de los casos. Durante el pico de positividad, se diagnosticaron 627 casos, mientras que en las últimas dos semanas epidemiológicas, este número se ha reducido drásticamente a solo 31 muestras positivas.
En cuanto a la situación hospitalaria, el número de pacientes actualmente hospitalizados por COVID-19 es nulo, una marcada disminución en comparación con los 34 pacientes ingresados en julio. Esta noticia es alentadora, ya que en aquel momento 6 vidas estaban en peligro.
Mientras tanto, el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) continúa promoviendo la campaña de vacunación, instando a la población a acudir a los centros de salud para recibir la vacuna bivalente. Desde la introducción del biológico en el esquema de vacunación en enero de 2023, se han administrado un total de 134,000 dosis de la vacuna bivalente hasta el mes de julio.
Estos avances positivos en la lucha contra la pandemia de COVID-19 en Honduras subrayan la importancia de mantener la vigilancia y continuar implementando medidas preventivas, incluso en medio de estas mejoras alentadoras.
