El presidente ruso Vladímir Putin dirigió desde el Kremlin ejercicios de sus fuerzas nucleares que incluyeron lanzamientos de misiles balísticos y de crucero, así como la participación de submarinos y bombarderos estratégicos.
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, reportó a Putin sobre las maniobras, donde se simuló “un ataque nuclear masivo en respuesta a un enemigo”.
Uno de los misiles intercontinentales Yars con un alcance de 12.000 kilómetros fue lanzado desde Plesetsk hacia Kamchatka, a más de 6.000 kilómetros de distancia.
Asimismo, el submarino nuclear Tula disparó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents en el Ártico.
“Las misiones programadas fueron cumplidas cabalmente”, afirmó el Kremlin.
Las maniobras se producen mientras el Senado ruso aprobó revocar su ratificación del Tratado de Prohibición Nuclear, alegando restaurar la paridad armamentista ante Estados Unidos.