El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo el viernes que el objetivo de la ofensiva que libran sus tropas la región de Járkiv, en el noreste de Ucrania, es habilitar una zona de seguridad, y apuntó que tomar la ciudad no está en sus planes.
Por AP
Las declaraciones de Putin, que está de viaje oficial en China, son las primeras que realiza sobre la ofensiva que comenzó el 10 de mayo y abrió un nuevo frente en la guerra, además de desplazar a miles de ucranianos en apenas unos días. A primera hora del viernes, un ataque masivo de drones ucranianos sobre la península de Crimea, ocupada por Rusia, causó cortes de electricidad en la ciudad de Sebastopol y daños en un avión y un depósito de combustible en una base aérea. En el sur de Rusia, las autoridades reportaron un incendio en una refinería.
En declaraciones a reporteros durante una visita a Harbin, China, el líder ruso señaló que Moscú atacó Járkiv en respuesta a los bombardeos ucranianos en la región de Belgorod.
“He dicho públicamente que si continuaban nos veríamos obligados a crear una zona de seguridad, un cordón sanitario”, recordó, añadiendo que sus fuerzas “avanzan a diario según lo previsto” y, por el momento, no tenían planes para capturar Járkiv.
Mientras, las tropas de Kiev seguían tratando de frenar los avances de la ofensiva rusa que comenzó a finales de la semana pasada en Járkiv.
En Vovchansk, una ciudad a unos 5 kilómetros (3 millas) de la frontera rusa que lleva días en el centro de los combates, las autoridades han evacuado a unos 8.000 civiles. La táctica habitual del Kremlin es reducir las localidades y pueblos a escombros con ataques aéreos ante de la entrada de sus unidades terrestres.
Al iniciar sus operaciones en el norte de la provincia, las tropas rusas “ampliaron la zona de hostilidades activas en casi 70 kilómetros” en un intento de obligar a Kiev a dispersar a sus efectivos y recurrir a los reservistas, dijo el viernes el jefe militar ucraniano, Oleksandr Syrskyi.
Por otra parte, la andanada de aviones sobre Crimea fue un intento de Kiev de responder a la ofensiva rusa, que ha incrementado la presión sobre las fuerzas ucranianas, superadas en número y recursos, que esperan de recibir las cruciales y demoradas entregas de armas y munición de sus socios occidentales.
Un funcionario de los servicios de inteligencia ucranianos confirmó a The Associated Press que el Servicio de Seguridad y el de Inteligencia Militar llevaron a cabo una operación conjunta contra la infraestructura militar del Kremlin en Novorossiysk, en la costa del mar Negro, y en la ciudad ocupada de Sebastopol.
El objetivo del operativo eran los buques y embarcaciones de la flota rusa del mar Negro y se realizó con drones aéreos construidos en Ucrania, agregó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a realizar declaraciones en público.
Al menos tres aviones de combate fueron destruidos, de acuerdo con las imágenes satelitales de la base aérea proporcionadas por Maxar Technologies.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que sus defensas antiaéreas derribaron 51 aviones no tripulados ucranianos sobre Crimea, 44 más la región de Krasnodar y seis en Belgorod. Además, aviones de combate y patrulleras rusas destruyeron seis drones marítimos en el mar Negro.
Mikhail Razvozhayev, gobernador de Sebastopol — la base principal de la flota rusa en el mar Negro —, indicó que la ofensiva causó daños en la central eléctrica de la ciudad. La recuperación total del suministro podría tardar un día, agregó advirtiendo a los residentes que en varias zonas de la ciudad se producirían cortes de electricidad.
“Los servicios municipales están haciendo todo lo posible para restablecer el sistema eléctrico lo antes posible”, afirmó en un comunicado. Las escuelas cerrarán temporalmente, apuntó.
Ataques previos ucranianos causaron daños en aviones y en un depósito de combustible en la base aérea de Belbek, cerca de Sebastopol, según imágenes satelitales de Maxar Technologies.
En la región de Krasnodar, la ofensiva de Kiev provocó a primera hora del viernes un incendio en una refinería de petróleo en Tuapse, que quedó controlado más tarde, indicaron las autoridades. No se reportaron víctimas.
Ucrania ha atacado repetidamente refinerías y otras instalaciones energéticas en el interior de Rusia y ha causado daños significativos.
Los drones ucranianos alcanzaron también Novorossiysk, un importante puerto en el mar Negro. El gobernador de Krasnodar, Veniamin Kondratyev, apuntó que fragmentos de los aviones no tripulados derribados provocaron varios incendios pero no hubo heridos.
En Belgorov, un dron ucraniano alcanzó un auto y mató a una mujer y a su hijo de 4 años, de acuerdo con el gobernador, Vyacheslav Gladkov. Otro ataque incendió un depósito de combustible en una gasolinera de la región, añadió.
