El expresidente estadounidense Donald Trump regresó el jueves a su juicio civil por fraude en Nueva York como espectador después de un mes de arremeter contra el proceso desde lejos. Elogió a un profesor que testificó en su defensa que los estados financieros en el centro del caso no mostraban evidencia de fraude contable.
Por AP
Cuando los testimonios terminaron después de más de dos meses, el aspirante que lidera la contienda por la candidatura republicana para la presidencia para 2024 acudió para observar al experto de su defensa, el profesor de contabilidad Eli Bartov, quien revisó los estados financieros de Trump y cuestionó el punto central de la demanda.
Bartov, que imparte clases en la Universidad de Nueva York, testificó que los estados financieros de Trump no violaban los principios contables y sugirió que cualquier asunto problemático —como un enorme salto año tras año en el valor estimado de su ático en la Torre Trump— era simplemente un error.
“Mi principal conclusión es que no hay evidencia alguna de fraude contable”, testificó Bartov. Los estados financieros de Trump, dijo, “no presentaban errores materiales”.
Está previsto que el propio Trump suba al estrado el lunes por segunda vez. Durante un descanso matutino, elogió el testimonio de Bartov y criticó duramente la demanda, que amenaza con perturbar el imperio inmobiliario que lo llevó a la fama y a la Casa Blanca.
“Dijo lo que todos los demás: ‘¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Qué estamos haciendo aquí?’”, señaló Trump fuera de la sala del tribunal. “Esta es una cacería de brujas política. Esto está destinado a influir en una elección”.
Incluso mientras hace campaña para recuperar la presidencia y enfrenta cuatro casos penales, Trump está dedicando mucha atención a la demanda de Nueva York. Ha sido un espectador frustrado, un testigo conflictivo y un comentarista acalorado fuera de la corte.