Barbara Pompili, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ
Los embajadores de la Unión Europea se reunirán este domingo para tratar de sacar adelante el sexto paquete de sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania, en el que se prevé la prohibición a las importaciones de petróleo desde este país, aunque con un periodo de transición y excepciones a los socios más dependientes.
Las capitales siguieron este sábado con los contactos a nivel técnico para salvar las reticencias de países como Hungría, Eslovaquia o República Checa, aunque a lo largo del día no fue convocada ninguna reunión a nivel de embajadores, que sí está prevista para este domingo.
Según explican fuentes diplomáticas, el encuentro será “a priori a mediodía” con el objetivo de resolver las diferencias que persisten sobre el crudo y “constatar” que no existen problemas sobre el resto de elementos del paquete.
Con respecto al petróleo, las mismas fuentes insisten en que “no hay bloqueo político”, pero es necesario buscar fórmulas “alternativas” que garanticen el suministro del hidrocarburo a países que son dependientes del crudo enviado por oleoductos, un asunto que “no es fácil”.
Las conversaciones sobre el resto del paquete de represalias contra Moscú, como la exclusión de Swift de Sberbank o las nuevas personas sancionadas, avanzan “bien”, explican las mismas fuentes.
Por ser muy dependientes de las importaciones de crudo desde Rusia, Hungría, Eslovaquia y República Checa piden que el periodo de transición para desprenderse de su petróleo sea más largo, a pesar de que Bruselas ha planteado una excepción para Budapest y Bratislava que les daría un año más que al resto para conseguirlo, hasta el 31 de diciembre de 2023.
A pesar de que originalmente no estaba incluida en este trato especial, Praga también ha pedido públicamente un aplazamiento de dos, o incluso tres años, para desengancharse del crudo ruso.
La propuesta del Ejecutivo comunitario, presentada el miércoles, aspira a prohibir las importaciones de petróleo ruso en la UE seis meses después de la entrada en vigor de las sanciones, mientras que en el caso del petróleo refinado el plazo se amplía a ocho meses.
Las sanciones también vetarían toda posible asistencia técnica, directa o indirecta y todo servicio de intermediación, incluida la financiera y los seguros, que estén relacionados con la prohibición al petróleo ruso.
Además, para evitar que los petroleros rusos puedan esquivar las sanciones, el texto pide prohibir el transporte de petróleo ruso en todas sus modalidades, incluidas las trasferencias de carga “de barco a barco” de naves rusas a cargueros de otro pabellón.
En el frente financiero, Bruselas propone añadir a la lista de bancos rusos excluidos del sistema internacional de transacciones Swift a Sberbank, el mayor del país, así como al Banco Agrícola de Rusia, participado al cien por cien por el Estado, y al Banco de Crédito de Moscú.
Bruselas ha propuesto también sancionar a individuos, como al coronel ruso conocido como “el carnicero de Bucha” o el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, y a una veintena de empresas vinculadas al Ministerio de Defensa o el Ejército ruso, así como a tres medios de comunicación. EFE