Se cumplió la primera temporada del fenómeno Wemby. Actuaciones y números que impactan y atemorizan al resto de los equipos por lo que puede ofrecer este chico de apenas 20 años.
Por Infobae
Cuando la NBA lanzó el show Wembanyama, inundando las redes sociales con sus novedades, transmitiendo sus partidos desde Francia y llevándolo a Las Vegas para jugar dos partidos contra la otra joya proyectada para el draft, muchos se resistieron a creer que una nueva era se venía en el básquet. Especialmente los que por primera vez se enteraban de este fenómeno que no tenía ni siquiera una altura definida. Los escépticos dudaban de si realmente podía trasladar su muy buen nivel a la NBA y especialmente si su físico, en apariencia débil, aguantaría el ritmo y roce con los portentos físicos de la mejor competencia del mundo.
Un año después ya no debe quedar ese grupo de fans que elegía desplegar su negatividad en las redes para crucificar al nuevo unicornio que despertaba tanta ilusión como dudas. El gran Víctor, un ala pivote de 20 años que impacta por su extrema versatilidad midiendo 2m24, ha completado una fase regular histórica, jugando 71 de los 82 partidos totales, promediando un doble doble que nadie creía posible (21.4 puntos y 10.6 rebotes) y siendo el líder de tapas de la competencia (con 3.6). Un secreto a voces es que ganará el premio de Novato del Año y peleará el de Defensor del Año. Apenas la punta del iceberg de lo que se viene con este francés que estará en París 2024 con su selección.
Desde muy chico su entorno se dio cuenta de que era un chico muy especial. Por la altura, claro. También por su talento extremo, teniendo en cuenta su talla. Y, además, por su ética de trabajo, disciplina y profesionalismo. Wemby, como le dicen, se preparó durante dos años para dar el salto a la NBA. Y no sólo hizo como algunos le aconsejaron, sumando kilos y músculos. Realizó un trabajo distinto, más allá de la cancha, con un nutricionista, dos preparadores físicos y un consejero especial, el histórico trainer de Dirk Nowitzki, Holger Geschwindner.
El énfasis lo puso en ejercicios de estiramientos y flexibilidad, aprovechando que comparte muchas cuestiones justamente con Nowitzki y el letón Porzingis, dos “unicornios” que se han transformado en sus referentes por las similitudes en sus físicos y estilos de juego. Su equipo también se fijó mucho en Kevin Durant y Giannis Antetokounmpo, quienes “no tienen un juego estereotipado”. Wemby es, como ellos, uno de esos jugadores polivalentes que pueden hacer todo en una cancha.
En nutrición trabajó con dietas especiales (come cinco comidas al día), copiadas de esos jugadores con un cuerpo similar al suyo. La idea siempre fue no ganar demasiado músculo para no perder algunas de las cualidades que le hacen tan especial. Por eso abandonó la rutina fuerte de pesas, buscando que su cuerpo se construya más naturalmente, sin excesos. Agregó kilos, sí, pasó de 95 a 102 desde que llegó a los Spurs, pero siempre paulatinamente y buscando no sólo fortaleza.
Los resultados se vieron en la cancha desde un primer momento, yendo de menos a más como era lógico. En los primeros cuatro juegos, en octubre, promedió 16.5 puntos, 7.3 rebotes y 2.3 tapas para pasar, ya en noviembre, a 20.1, 10.3 y 3.1. Así fue subiendo hasta ser nombrado, en el período marzo-abril, el mejor jugador del Oeste, alcanzando los 23.7 puntos, 12 recobres y 4.4 tapas, tirando casi 46% de campo.
El viernes por la noche, en un duelo muy esperado ante los Nuggets de Jokic, explotó con 17 puntos en tres minutos para que los Spurs dieran vuelta un partido que perdían por 23 y terminaran ganando agónicamente por 121-120. El francés cerró con 34, además de 12 recobres, 5 asistencias, 2 tapas y un robo. Nada menos que en la cara de Jokic, el mejor del mundo, y del campeón defensor del torneo.
Lo que sí sucedió fue que el equipo dirigido por Gregg Popovich, con demasiada juventud y en reconstrucción, no ha ganado como se esperaba: apenas 22 triunfos en 82 juegos, aunque terminando la temporada con un buen semblante y mucha ilusión, tras 7 victorias en los últimos 11 juegos, incluyendo la de este domingo ante los Pistons.
Su presencia, especialmente, se suma a las de Devin Vassell (23 años), Keldon Johnson (24), Jeremy Sochan (20), Zach Collins (26) y Tre Jones (24), entre otros, para fortalecer la esperanza de volver a ser potencia, como en los tiempos de Manu. Justamente a Ginóbili se lo pudo ver entrenando con Wemby, enseñando algunos trucos y mejorando la técnica del talentoso francés. “Es un placer estar con Ginóbili, es tan natural que no te das cuenta que te está enseñando una leyenda”, admitió Wemby.
Hablamos de un gigante moderno, uno de esos llamados unicornios que hacen de todo, un especimen que no se vio nunca antes y que por eso es muy difícil encontrarle alguna similitud o comparación. No se trata de una de aquellas torres que había en el pasado, generalmente con alguna disfunción como acromegalia, que tenían poca movilidad y sólo podían anotar o taponar cerca del aro. Este un fenómeno de la naturaleza con las habilidades de alguien mucho más bajo. La combinación de altura, largo de brazos, velocidad, coordinación, técnica y carácter lo convierten en tal vez el joven más especial de la historia.
En la temporada hemos visto videos y fotos impactantes, que se han viralizado por ese combo único que dan su altura y talento, pero no menos sorprendentes han sido sus números. Wembanyama logró más tapas en esta temporada que Rudy Gobert en las últimas dos sumadas: 257 a 251. Además de haber sido el líder en este rubro con 3.6 por juego. En total sumó 24 partidos con 5 o más tapones mientras Gobert, el mejor defensor de los últimos años (elegido el mejor en tres de las últimas seis temporadas), apenas 3. Wemby, siendo rookie, ya lleva 8 partidos con al menos 7 tapas y ya supera a Gobert, que suma 7 pero toda su carrera que incluye 756 juegos.
Si se habla de alguien único, hay que reafirmarlo con datos:
-Es el UNICO en alcanzar al menos los 1.500 puntos, 250 tapas y 100 triples en una campaña.
-Es el UNICO en alcanzar los 30 puntos, 15 rebotes, 5 asistencias, 5 tapones y 5 triples en un partido.
-Es el UNICO en promediar más de 20 puntos, 10 rebotes y 3 tapones jugando menos de 30 minutos por juego.
Y hay que sumarle más hitos:
-Es el jugador más joven en conseguir al menos 20 puntos y 20 rebotes en un juego.
-Es el jugador más joven en sumar al menos 40 y 20 en otro.