Tegucigalpa – En un discurso apasionado sobre el futuro económico de Honduras, la exprimera dama y precandidata presidencial del Partido Nacional detalló un panorama sombrío de la actual situación laboral del país, destacando una alarmante crisis de empleo que afecta principalmente a los jóvenes.
Según ella, el 73% de la población enfrenta precariedad laboral, lo que socava la capacidad de las familias para adquirir la canasta básica y envía a sus hijos a la escuela.
Criticó severamente al actual gobierno por su inacción y promesas vacías, calificándolo de no estar preparado para gobernar y de sumir al país en escenarios caóticos y desesperanzadores.
La precandidata propuso una urgente reestructuración de las políticas de empleo, incluyendo el rescate de sectores productivos como el café y la bananera y el fortalecimiento de la relación con el sector privado para generar empleo masivo y oportunidades económicas.
Prometió reactivar la inversión nacional e internacional y desarrollar un plan de emergencia que genere empleos a gran escala, apoyando especialmente a los jóvenes y mujeres, para evitar la migración masiva y mejorar las condiciones de seguridad y administrativas del país.