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Tegucigalpa – Honduras se ha convertido en el epicentro de la expansión de los cárteles mexicanos en Centroamérica, según señala el informe «América Latina, crimen organizado e inseguridad ciudadana» del Real Instituto Elcano.
El documento describe cómo estas organizaciones criminales han encontrado en el territorio hondureño un «terreno fértil» para establecer sus operaciones, aprovechando la fragilidad de las instituciones gubernamentales.
La capacidad de los cárteles para infiltrarse en las estructuras del Estado hondureño es «impresionante», según destaca el informe. El caso más emblemático fue la extradición en 2022 del expresidente Juan Orlando Hernández a Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico, un hecho que el estudio califica como «solo la punta del iceberg».
La reciente divulgación de un video que muestra al exvicepresidente del Congreso, Carlos Zelaya, reunido con narcotraficantes en 2013, refuerza las sospechas sobre la profunda influencia del crimen organizado en la política nacional.
El estudio señala que, a pesar de ocupar una posición geográfica similar a la de sus vecinos Guatemala y El Salvador, Honduras presenta una situación «aún más alarmante» en cuanto a la penetración del narcotráfico. Las organizaciones criminales no limitan sus actividades al tráfico de drogas, sino que han extendido su control al comercio local y mantienen enfrentamientos violentos con las autoridades.
Las zonas rurales y fronterizas de Honduras son las más vulnerables ante el dominio de estos grupos, que ejercen un «control absoluto» sobre determinadas áreas del país donde la presencia estatal es mínima o inexistente.
El informe enfatiza que la lucha contra este fenómeno requiere una respuesta coordinada a nivel nacional, regional e internacional. «La colaboración entre agencias de seguridad y el intercambio de inteligencia son fundamentales para frenar la expansión del crimen organizado», subraya el documento.
Sin embargo, la debilidad institucional y la desconfianza ciudadana representan obstáculos significativos para implementar soluciones efectivas.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, citado en el informe, sostiene que el combate al crimen organizado debe ser integral, abarcando desde la persecución de flujos financieros hasta el fortalecimiento de las instituciones estatales.
El estudio concluye que sin reformas estructurales profundas, el futuro de Honduras frente a la creciente amenaza del narcotráfico parece «cada vez más incierto», mientras la población continúa pagando el precio de «una guerra que no se declaró, pero con la que debe vivir día a día».