Tegucigalpa – Después de 17 meses en el cargo, el secretario de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales, ha expresado su preocupación por la seguridad en las cárceles, afirmando que el crimen y su arsenal estaban bien protegidos dentro de ellas.
El funcionario reaccionó ante los recientes hallazgos en las prisiones hondureñas, donde se descubrió un poderoso arsenal, municiones, granadas, drogas y otros objetos prohibidos. Estos descubrimientos revelan la falta de gobernabilidad en estos espacios que deberían ser lugares de rehabilitación.
Como si estuviéramos en los primeros días de gobierno, el ministro Zelaya Rosales se enorgulleció de que estos decomisos demuestran que las estructuras criminales y sus arsenales estaban protegidos por aquellos que les permitían disfrutar de estos privilegios. Acompañando la publicación, se adjunta un video que muestra el impresionante decomiso realizado durante las requisas en los módulos de la cárcel de Siria en El Porvenir, Francisco Morazán.
La masacre de 46 reclusas en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) el pasado 20 de junio obligó al gobierno a replantear sus estrategias para restaurar la gobernabilidad en las cárceles hondureñas, que han sido calificadas como «escuelas del crimen».
Seguimos demostrando que el crimen organizado y su arsenal estaba en las cárceles, desde luego, bien protegidos. ¡Cumpliendo presidenta @XiomaraCastroZ! @PMOPHN @JEMCFFAAHN @hegusave
— José Manuel Zelaya Rosales (@JoseMZelayaR) July 1, 2023
-Imágenes del Centro Penintenciario de Siria, El Porvenir. pic.twitter.com/rrGdpQM8rY
Antes de esta horrenda masacre en Támara, se había declarado una emergencia en el sistema penitenciario debido a múltiples tiroteos en las cuatro principales cárceles de Honduras. Se designó a Julissa Villanueva para llevar a cabo la intervención, pero su desempeño durante los 70 días fue insatisfactorio y se registraron una decena de incidentes violentos dentro de las prisiones.
Dada la gravedad de los acontecimientos, la medida gubernamental más significativa fue asignar el control de las cárceles a las Fuerzas Armadas, a través de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), un cuerpo de élite creado en la administración anterior. En ese entonces, este cuerpo fue considerado como la oposición, pero ahora que está en el poder, se le ha tildado como la guardia pretoriana de Hernández.