Un ex empleado reveló el infierno que se vive en las 1300 habitaciones desde que aloja indocumentados.
Por Infobae
El hotel The Row, ubicado en la 8ª Avenida entre las calles 44 y 45 de Manhattan, solía ser un establecimiento de lujo con cuatro estrellas, que ofrecía servicios exclusivos y comodidades de primera clase. Sin embargo, desde que la ciudad de Nueva York destinó casi la totalidad de sus 1.300 habitaciones a alojar a inmigrantes, el lugar se ha convertido en un escenario caótico y desolador.
Carlos Arellano, un ex empleado del hotel, reveló las condiciones deplorables en las que viven los inmigrantes recién llegados. Según Arellano, las habitaciones están destrozadas, llenas de basura, con ropa y los pasillos se han vuelto muy inseguros.
“Este lugar merece que lo cierren”, sentenció en declaraciones a la cadena Fox News.
Arellano, que ya no trabaja para el otrora lujoso hotel, describió las instalaciones como un “todo gratis” de drogas, sexo y violencia… Y las fotografías que muestran como prueba avalan sus denuncias: las habitaciones de las 28 plantas ocupadas por 5.000 inmigrantes están completamente destrozadas, llenas de basura, con ropa esparcida por todas partes, botellas y cajas de comida por el suelo.
Muchos de los inmigrantes alojados en el hotel también se reúnen fuera, en la acera, lo que resulta muy incómodo para los lugareños y turistas que suelen acudir a la zona para ver espectáculos de Broadway o visitar la cercana Times Square.
El hotel ya no está abierto a los huéspedes habituales y está reservado exclusivamente a los inmigrantes que han cruzado la frontera sur y están a la espera de las audiencias de inmigración.
Algunos de los inmigrantes han sido acusados de beber todo el día, fumar marihuana, mantener relaciones sexuales en las escaleras y provocar peleas, según denunciaron varios empleados del hotel. “Todos los días encontramos a unos diez niños solos en sus habitaciones de hotel, bebiendo o drogándose. Hay armas en la habitación. Pero no podemos entrar. No podemos quitarles nada. Básicamente, en este hotel todo el mundo tiene vía libre”, declaró Arellano a Fox News.
En tiempos mejores, The Row era famoso por un gimnasio completo, un espacio de trabajo común equipado con ordenadores iMac de 2.000 dólares y un salón donde las pizzas “estiradas a mano” costaban 20 dólares. El menú del bar incluía cócteles de USD 19 y copas de champán por 22. El precio de las habitaciones varíaban según el tamaño, pero la suite ejecutiva costaba USD 719 dólares la noche.
Pero ahora la ciudad de Nueva York está utilizando el hotel exclusivamente para alojar a inmigrantes, algunos de los cuales solicitan asilo.
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