El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, elevó este jueves a 224 el número de rehenes de su país capturados por el grupo islamista palestino Hamás durante el ataque contra suelo de israelí del pasado 7 de octubre.
Hagari indicó en una rueda de prensa que la cifra no es definitiva y que las Fuerzas de Defensa de Israel continúan investigando con la información nueva que les está llegando.
El número no incluye las cuatro rehenes que han sido liberadas hasta ahora por la organización islamista, que controla la Franja de Gaza: la madre e hija Judith y Natalie Raanan, con nacionalidad estadounidense y puestas en libertad el viernes, y las ancianas israelíes Yochved Lifshitz y Nurit Cooper, soltadas por Hamás el lunes pasado.
Según datos ofrecidos por el Gobierno israelí el miércoles, más de la mitad de los rehenes tienen pasaporte extranjero de unos 25 países. Entre los secuestrados hay al menos 54 personas de nacionalidad tailandesa.
Por otro lado, el último recuento del Ministerio de Sanidad de Israel apunta que todavía hay 267 personas hospitalizadas por las heridas sufridas durante el ataque de Hamás, que dejó cerca de 5.000 heridos.
De esas personas ingresadas en centros sanitarios en Israel 50 están graves y 106 han pasado ya a rehabilitación.
Unas 1.400 personas perdieron la vida en el ataque de Hamás contra territorio israelí, de las que al menos 808 civiles ya han sido identificados, informó hoy la Policía israelí. Esta cifra supone el 84% de los civiles asesinados por los islamistas.
Junto a esas víctimas mortales hay más de 300 efectivos militares y de seguridad israelíes que fallecieron durante el asalto de Hamás a Israel.
El proceso de identificación de los muertos en ese ataque transcurre de forma lenta ya que muchos cuerpos acabaron calcinados o mutilados.
El miércoles, el Gobierno israelí señaló que había 328 extranjeros de unos 40 países que estaban muertos o desaparecidos.