La nueva administración siria continúa conformándose con el nombramiento este domingo de Maher Marwan Idlibi como gobernador de Damasco, mientras que el líder de facto del país, Ahmed al Sharaa, insiste en que Siria “ha cambiado” tras la caída, hace dos semanas, del régimen de Bashar Al Assad.
El Gobierno interino, encabezado por Mohamed al Bashir, nombró a Idlibi, que huyó de Damasco en 2011, en el inicio de las revueltas populares contra el régimen de Al Assad, como responsable político de la capital, un día después de la designación de Marhaf Abu Qasra (conocido como Abu al Hasan al Hamawi) como ministro de Defensa, así como Asaad Hasan al Shaibani (quien se hacía llamar anteriormente Zaid al Attar) como ministro de Asuntos Exteriores, hombres de confianza de Al Sharaa.
Dos semanas tras el derrocamiento
Hace dos semanas, Al Assad huyó a Moscú, donde se encuentra asilado, tras una ofensiva insurgente de grupos islamistas y rebeldes sirios proturcos que duró tan sólo doce días.
Con la composición del Ejecutivo y la administración, ahora el nuevo Gobierno -en funciones hasta marzo- va fijando sus principales objetivos en esta nueva Siria.
“Entre los objetivos del nuevo Gobierno sirio están poner fin al expediente de los refugiados, el tráfico de drogas, y poner fin a los temores turcos sobre su seguridad nacional por la existencia de planes separatistas en el norte sirio”, indicaron fuentes anónimas a la televisión siria alineada con el Gobierno interino.
Poco después de la caída del régimen de Al Assad, se formó el gobierno interino encabezado por el primer ministro, Mohamed al Bashir.
Una de las prioridades de este Ejecutivo es que regresen a Siria los más de seis millones de refugiados que huyeron durante los casi 14 años de conflicto por la represión de Al Asad con el objetivo de reconstruir la nueva Siria.
En cuanto al narcotráfico, esta es una de las principales preocupaciones en la región de Oriente Medio, dado que Siria ha sido en los últimos años el centro global de producción de la anfetamina “captagón”, que era traficada a países como Jordania y Arabia Saudita, entre los más afectados por su uso, y que era una importante fuente de ingresos para el régimen.
Respecto a los “planes separatistas” en el norte de Siria, la televisión hace referencia a la administración kurdosiria establecida en el norte y noreste del país árabe.
Actualmente, se libra una ofensiva de los rebeldes sirios apoyados por Turquía contra las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdosirios, con el objetivo de controlar las zonas que los kurdos -cuyo principal respaldo es Washington- controlan.
Al Sharaa aseguró este domingo, de acuerdo al canal de televisión, que Siria “ha cambiado” y gracias a su ofensiva, han podido “proteger la región, y nos mantenemos a la misma distancia de todos”.
Así lo indicó el hombre fuerte del país tras una reunión con el líder druso del Líbano, Walid Jumblat, de visita en Damasco.Se trató del primer encuentro con un dirigente de Líbano, que durante décadas sufrió la injerencia del régimen de Al Assad, al que se le atribuyen numerosos asesinatos en el país vecino.
Esperó también “construir una estrecha relación estratégica” entre Siria y el Líbano, y que se restablezcan “las relaciones fraternales entre los pueblos sirio y libanés”.
Al Sharaa recibió a la delegación libanesa en el palacio presidencial vestido con traje y corbata.
También se reunió en Damasco con el canciller turco, Hakan Fidan.
Uno de los cambios que busca Siria es respecto a las fuerzas de seguridad, que quiere unificar en un nuevo Ejército, para olvidar la represión del anterior.
Ahmed al Sharaa se comprometió también a que todas las armas del país queden bajo control del Estado.
Al Sharaa aseguró que las facciones armadas debían ahora “empezar a anunciar su disolución y a entrar” en el ejército.
“No permitiremos de ninguna manera que haya armas que escapen al control del Estado […], ya provengan de facciones revolucionarias o de facciones presentes en la zona de las FDS [Fuerzas Democráticas Sirias, dominadas por los kurdos]”, afirmó el líder rebelde, conocido hasta ahora por su nombre de guerra, Abu Mohamad al Jolani.
Ante esto, quiere que los ex miembros del antiguo régimen que se han quedado en Siria regularicen su situación en los llamados “centros de reconciliación” -ahora repartidos en varios puntos del país- y entreguen las armas.
Al Sharaa también denunció el papel de Irán en Siria y afirmó que la presencia de milicias iraníes “constituye una fuente de preocupación regional y mundial”.