Tegucigalpa – Los habitantes de Honduras, especialmente los de la capital, celebraron el fin de año con alegría y una explosión de fuegos artificiales y cohetes, un espectáculo que se extendió hasta pasada la medianoche.
A pesar de que la venta de pólvora está prohibida en el Distrito Central, la ciudad retumbó con el sonido de los fuegos artificiales minutos antes de que el reloj marcara las 12:00 de la noche.
El cielo de la ciudad también se iluminó con un espectáculo de luces pirotécnicas de colores, siendo los barrios y colonias testigos de este evento único de fin de año.
Además, la quema de monigotes, o muñecos representativos de personalidades públicas, fue una tradición común en todos los rincones de la ciudad.
Los médicos y autoridades de la AMDC hicieron un llamado a los padres para que vigilaran a sus hijos y evitaran tragedias como la ocurrida en San Pedro Sula durante la noche de Navidad, cuando un menor de 9 años murió una causa de la onu mortero «tumbacasas».
Por casi media hora, el sonido de cohetes y otros productos fabricados con pólvora llenaron el ambiente con ruido para marcar el final de 2022 y el comienzo de 2023.
No se reportaron incidentes graves relacionados con la quema de pólvora en las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela hasta pasada la medianoche, pero los servicios de emergencia de los hospitales se preparaban para recibir una posibles pacientes debido a las celebraciones de fin de año.