Nueva York – Giovanni Rodríguez, exoficial de la Policía Nacional, se convierte en un testigo clave en el juicio por narcotráfico contra el expresidente Juan Orlando Hernández, al ofrecer un relato detallado de su participación en actividades ilícitas y sus vínculos con figuras clave del crimen organizado en Honduras.
Rodríguez, quien enfrenta siete años y medio de prisión por cargos relacionados con el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, revela una red de corrupción y complicidades que involucra a altos funcionarios del gobierno hondureño.
Su testimonio destaca cómo, durante su servicio en la Policía Nacional, proporcionaba información confidencial sobre operativos policiales y acompañaba cargamentos de droga, armado con armas de alto calibre.
Su cooperación con las autoridades estadounidenses lo llevó a confesar su implicación en un asesinato, el cual atribuyó a presiones relacionadas con investigaciones de narcotráfico.
Llegó a un acuerdo de colaboración y admitió su responsabilidad en un homicidio. Se le atribuyó el asesinato de Orlán Chávez. «Él era fiscal antidrogas y estaba investigando a un familiar mío. Por eso busqué a personas para acabar con su vida», confesó.
La narrativa de Rodríguez arroja luz sobre la compleja red de relaciones entre agentes del orden, narcotraficantes y figuras políticas influyentes en Honduras.
Revela la connivencia entre altos funcionarios del gobierno, como el expresidente Hernández y su hermano Tony, y miembros del crimen organizado, como Víctor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo», y Mauricio Hernández Pineda, primo del expresidente.
El exoficial detalla eventos en la casa de Tony Hernández, donde se llevaban a cabo reuniones y fiestas con prostitutas, y menciona la presencia de grandes sumas de dinero, envueltas en plástico, sugiriendo una conexión directa con actividades de narcotráfico.
“Pineda y yo usaríamos la casa de Tony Hernández, Pineda tenía la llave. Tuvimos eventos con prostitutas”, relató.
“En la casa de Tony Hernández vi dinero envuelto en plástico, como en el narcotráfico”, describió. “¿Cuánto dinero viste?”, preguntó el fiscal, a lo que él respondió; “Hasta mi cinturón”.
Después mencionó que se comunicó con la embajada de Estados Unidos y más tarde con la DEA para entregarse, sin embargo, Pineda le advirtió de “tener cuidado de no decir nada en Estados Unidos sobre lo que él, Tony y JOH estaban haciendo en Honduras, que podría ser muy peligroso para mí”.
Sin embargo, durante el contrainterrogatorio de la defensa, Rodríguez se ve desafiado en cuanto a la veracidad de sus afirmaciones y la evidencia concreta que respalda sus acusaciones.
Aunque mantiene sus declaraciones sobre la presunta implicación de Hernández y su círculo en actividades delictivas, su credibilidad se ve cuestionada por la falta de pruebas tangibles y su historial previo de arrestos y evasión de condenas en Honduras.
Durante el contrainterrogatorio llevado a cabo por la defensa, encabezada por el abogado Renato Stabile, se indagó sobre la presunta visita de Giovanni Rodríguez a la residencia de Tony Hernández. Rodríguez, en respuesta, aseveró que únicamente le informaron que se trataba de la vivienda de Tony, pero no pudo corroborar evidencia que confirmara que pertenecía al hermano del expresidente. Además, se discutió el tipo de billetes que supuestamente vio en la residencia, los cuales describió como de 20 dólares.
Asimismo, Rodríguez recordó su arresto por delitos relacionados con drogas en Honduras, aunque alegó haber eludido la condena debido a lo que él denominó «influencia».