Tegucigalpa. – El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), presentaron este martes el “II informe de monitoreo electoral y costos de la democracia en Honduras”, en el que señalan que existe una ausencia de planificación presupuestaria en los últimos dos procesos electorales.
Cabe señalar que en las elecciones primarias y generales de 2017 fue aprobado un presupuesto de 204.6 millones de lempiras al Tribunal Supremo Electoral (TSE); sin embargo, más de mil 200 millones de lempiras fueron ejecutados, es decir un 600 por ciento más del monto aprobado. Mientras en las elecciones anteriores de 2012 y 2013, se ejecutó más de mil por ciento y 146 por ciento, respectivamente, en comparación a lo aprobado por el Congreso Nacional.
“Estos datos revelan que no existió una planificación para desarrollar elecciones consecuentes acorde a lo que establece la Constitución de la República, no hubo transparencia”, dijo Zepeda.
“Por eso es consideramos que toda reforma al sistema electoral, urge la creación de una planificación presupuestaria real, no solo en la erogación de recursos, sino también por el impacto económico, social y político, que generarán a Honduras las nuevas reformas electorales, porque hasta el momento se desconocen algunos aspectos importantes de la democracia”, señaló.
Además, en el informe proyectan que el proceso electoral 2021 puede llegar a costar más de dos mil 500 millones de lempiras.
Consideró que es necesario llevar a cabo las elecciones y que es inevitable destinar una buena cantidad de recursos para realizar un proceso electoral transparente y fortalecido, el problema es que ya existen anomalías como el no ir a un proceso primario con la nueva tarjeta de identidad.
Sin embargo, manifestó que los órganos electorales deben poner todo de su parte para ejecutar un proceso transparente, pero, alude que lastimosamente en los dos últimos años estos procesos han representado más un gasto que una versión.
Zepeda dijo que ha existido un déficit institucional, por ello es que surge la reconfiguración de los órganos electorales -TJE, CNE y RNP, la transparencia electoral, la rendición de cuentas y la creación de la Unidad de Política Limpia, como parte de las urgencias que necesita la democracia hondureña.
Consideró que todas las reformas recomendadas para fortalecer el sistema político, no han cumplido con su fin primordial, ya que considera que las reformas adoptadas en Honduras solo han servido para concentrar el poder de los partidos políticos, porque las mismas no fueron despolitizadas.
