Tegucigalpa – Lucky Medina, ministro de la Secretaría de Recursos Naturales, reafirmó que la construcción de la cárcel en la Isla del Cisne tendrá un impacto ambiental «mínimo».
Destacó la aplicación de estudios técnicos y la participación de más de 30 profesionales especializados para garantizar que la obra se realice con el menor impacto ambiental posible.
Estas declaraciones surgieron en respuesta a la preocupación expresada por el Colegio de Biólogos de Honduras ante la construcción del centro penitenciario en las Islas del Cisne.
Los biólogos manifestaron su inquietud, basada en la presencia de ecosistemas marino-costeros con características biológicas y ecológicas especiales en la región.
El Colegio de Biólogos, respaldado por estudios previos, señala que las Islas del Cisne albergan ecosistemas, hábitats y especies raras y valiosas para Honduras y la región.
En consecuencia, se oponen firmemente a la utilización de este espacio para propósitos distintos a la conservación, protección y recuperación de los recursos naturales marinos.
En contraste, el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, Roosevelt Hernández, instó a analizar el costo-beneficio de la construcción de la cárcel en las Islas del Cisne.
Reconoció las opiniones divergentes de diferentes sectores y subrayó la necesidad de considerar la variable de costo-beneficio, especialmente en el contexto de la creciente inseguridad en el país.
El proyecto de construcción de la cárcel en Islas del Cisne ha generado controversia debido a su ubicación en una zona considerada prioritaria para la conservación, con consecuencias potenciales para la riqueza natural de la región, la actividad turística y la investigación.
A medida que se desarrolla este debate, se espera que las autoridades aborden las preocupaciones ambientales y de conservación de manera integral.
