La Iglesia católica pidió este viernes ayuda para alimentar a cientos de migrantes que están varados en la frontera sur de México, donde la asistencia humanitaria está rebasada ante la saturación de personas.
Ana María, representante de la comunidad San Francisco de Asís, explicó que hay mucha necesidad en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, porque hay familias con niños que necesitan alimentarse durante su estancia temporal, que suele prolongarse por meses.
“La Iglesia católica y los hermanos se reúnen, pero se necesitan muchas cosas, todo lo que es frijol, arroz, huevo, aceite, tortilla, granos básicos para apoyar a los hermanos”, expuso la religiosa a los medios.
Un grupo de ciudadanos acude por ahora de manera voluntaria al templo de San Francisco de Asís, ubicado a unos metros de una decena de cruces informales en la frontera sur de México, donde entregan alrededor de 500 platos de comida al día.
El venezolano Jorge Álvarez, quien viaja con sus dos niños y su esposa, expresó que los alimentos son “una bendición de Dios” tras una travesía en la que pasan días sin comer.
Este migrante, maestro en construcción, recorrió 45 kilómetros desde Ciudad Hidalgo a Tapachula, donde caminó sobre el asfalto porque no cuenta con recursos para pagar el transporte público.
“Por lo menos es algo que nos está cayendo en el estómago, lo que nos da fuerza para seguir avanzando y luchando más adelante, sobre todo para los niños, seguir caminando y que nos ayuden en el camino”, expresó a EFE.
Su compatriota Leandro Augusto, quien lleva tres días en espera de salir de Ciudad Hidalgo, acude también una vez al día a recibir un plato de arroz, frijol y agua.
“Gracias a Dios podemos comer, porque hay días que pasamos sin comer, es la poca ayuda que se tiene, gracias a Dios y al padre que nos apoya, una vez al día”, expresó.
Este migrante, quien se dedica también a la construcción, criticó la lentitud de los procesos migratorios en México.
“Yo tengo tres días aquí, no hay dinero para seguir, tarda mucho el proceso”, lamentó.
De Ciudad Hidalgo, han empezado a salir caravanas de entre 500 y 1.000 personas caminando hacia Tapachula, donde descansan para después caminar por la carretera Tapanatepec-Oaxaca para tratar de llegar a la frontera con Estados Unidos.
La situación en la frontera sur de México refleja un flujo migratorio “sin precedentes” de la región, como advirtió la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 16.000 migrantes que llegan al día a las fronteras del país, de acuerdo con el presidente, Andrés Manuel López Obrador.