Tegucigalpa – A pesar de las expectativas de una posible reconciliación y diálogo entre los diferentes partidos políticos en Honduras, los líderes de las bancadas del Partido Nacional, Partido Liberal y Partido Salvador de Honduras (PSH) no se presentaron a las reuniones programadas con el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, este lunes, lo que subraya la persistente brecha entre las facciones políticas en el país.
El jefe de bancada del Partido Liberal, Mario Segura, decidió no atender la convocatoria a las 10:00 de la mañana, lo que refleja la creciente disensión entre los partidos políticos en la esfera legislativa.
Por otro lado, el jefe de bancada del Partido Nacional, José Tomás Zambrano, optó por no asistir a la reunión individual convocada a las 2:00 de la tarde, respaldando la propuesta de una reunión conjunta con los tres líderes de bancada y Redondo, en lugar de encuentros individuales.
Mientras tanto, el jefe de bancada del PSH, Jhosy Toscano, quien había sido citado a las 5:00 de la tarde, había anticipado previamente su negativa a asistir a la convocatoria, acusando a Redondo de emprender una persecución contra tres diputadas de su partido debido a su participación en las sesiones auto-convocadas de la semana anterior.
Esta resistencia por parte de los líderes de las bancadas refleja la creciente división y la falta de consenso entre los partidos políticos en el Congreso Nacional.
La tensión en el Congreso Nacional se ha exacerbado aún más después de la controvertida designación interina de Johel Zelaya como Fiscal General y Mario Morazán como Fiscal General Adjunto por parte de la Comisión Permanente del Congreso Nacional, encabezada por Redondo.
Esta decisión ha intensificado las diferencias entre el partido Libertad y Refundación (Libre) y las facciones de oposición, lo que ha agravado la crisis de gobernabilidad en Honduras.
A pesar de los intentos del presidente Redondo de establecer un nuevo “proceso de diálogo” con el objetivo de lograr consensos necesarios para avanzar en la agenda legislativa, las persistentes divisiones y la falta de acuerdo en torno a la elección del Fiscal General y el Fiscal General Adjunto han dejado al Congreso Nacional sumido en una crisis política que requiere una resolución urgente para restaurar la estabilidad y el funcionamiento efectivo del sistema legislativo en el país.
