San Pedro Sula – La comunidad de Choloma, en el departamento de Cortés, se encuentra consternada por la trágica masacre ocurrida en la colonia Victoria del sector López Arellano.
Entre las víctimas de este violento suceso se encuentra la señora Xiomara Cocas, una destacada líder y presidenta del sindicato de la planta San Miguel de la reconocida empresa Gildan, la cual lamentablemente cerrará sus puertas esta semana.
La señora Cocas, reconocida por su valiente y comprometida labor en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores, perdió la vida en este acto de violencia sin sentido.
Su hijo, Eduard Alexander Meléndez Cocas, también fue víctima de esta trágica masacre, dejando a la comunidad aún más conmocionada y consternada.
Además de la señora Cocas y su hijo, otras personas destacadas y comprometidas con el bienestar de los trabajadores también perdieron la vida en este terrible incidente.
Delmer García, expresidente del sindicato, Lesther Almendares y José Rufino Ortiz Escobar, delegados sindicales, fueron asesinados de manera indiscriminada durante este ataque sin precedentes.
Según los informes preliminares, la tragedia ocurrió en un billar local, donde la comunidad se había reunido para celebrar el cumpleaños de uno de sus amigos.
En un acto de crueldad y violencia, individuos armados, vistiendo prendas de la Dirección Policial de Investigación (DPI), ingresaron al lugar y abrieron fuego contra todas las personas presentes.
El saldo fue devastador, con un total de 11 personas fallecidas y otras tres gravemente heridas. La comunidad se encuentra en estado de shock y dolor, incapaz de comprender la violencia desatada en un evento tan alegre y festivo.
Esta tragedia ocurre en un momento de gran incertidumbre para la comunidad laboral de Choloma. La noticia del cierre de la planta San Miguel de Gildan ha generado gran preocupación y angustia entre los trabajadores, quienes se enfrentan a la pérdida de empleo y la incertidumbre económica.
La comunidad se une en solidaridad con las familias de las víctimas y exige justicia para aquellos responsables de este acto de violencia sin sentido. Es necesario que las autoridades investiguen a fondo y capturen a los perpetradores, brindando así un mensaje claro de que la impunidad no prevalecerá en nuestra sociedad.
Mientras tanto, la comunidad se apoya mutuamente en estos momentos de dolor y busca formas de brindar apoyo a las familias afectadas. La pérdida de vidas tan valiosas y comprometidas deja un vacío irreparable, pero también fortalece el llamado a luchar contra la violencia y construir un futuro en el que la paz y la justicia sean los pilares fundamentales de nuestra sociedad.
