El presidente ruso, Vladímir Putin, ha condenado enérgicamente la sublevación iniciada por el grupo de mercenarios Wagner, encabezado por Yevgueni Prigozhin, calificando ésta como un acto de traición a Rusia.
Putin ha afirmado que los responsables serán castigados por su intento de empujar al país hacia la anarquía y la derrota.
“El que organizó y preparó la rebelión militar traicionó a Rusia y responderá por eso“, afirmó Putin.
En un discurso televisado a la nación, Putin ha advertido que cualquier lucha interna supone una amenaza mortal para el Estado ruso, y ha asegurado que se tomarán medidas antiterroristas en Moscú y otras regiones del país.
Asimismo, ha anunciado que las Fuerzas Armadas ya han recibido órdenes y se están tomando medidas para estabilizar la situación en Rostov en el Don, que continúa siendo difícil.
Según Putin, “los que intentaron organizar esta rebelión, (…) empujan al país a la anarquía y el fraticidio, a la derrota y a la capitulación”.
Recalcó que “cualquier lucha intestina es una amenaza mortal para nuestro Estado“.
En su mensaje, Putin ha hecho un llamado a la unidad de todas las fuerzas y a la consolidación de la responsabilidad para dejar a un lado cualquier desacuerdo que pueda ser aprovechado por los enemigos externos del país.
Ha insistido en que cualquier acción que socave la unidad de Rusia es una traición al pueblo y a aquellos que luchan por su país en el frente.
El presidente ruso ha señalado que su país está librando una difícil batalla por su futuro, y ha denunciado que está siendo atacado por la maquinaria militar, económica e informativa de Occidente, así como por neonazis y sus dueños.
Putin ha asegurado que lucha por la vida y la seguridad de su pueblo, por su soberanía e independencia, y por el derecho a seguir siendo Rusia, un estado con una historia milenaria.
En su discurso, Putin ha dejado abierta la puerta a aquellos que intentan implicar en la sublevación a “no cometer un error fatal y trágico” y tomar la única decisión correcta: “cesar su participación en las acciones criminales”.
Sin embargo, ha sido claro en su mensaje de que cualquier intento de socavar la unidad de Rusia será considerado una traición y será castigado con toda la fuerza de la ley.