Tegucigalpa – El aspirante a la alcaldía de San Pedro Sula por el movimiento Somos Más del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rodolfo Pastor de María, anunció este viernes por la noche la consolidación de una importante alianza dentro de su partido, a escasas horas de los comicios internos.
«Nosotros estamos uniendo esta noche, tanto al movimiento Somos más, representado por su servidor como al movimiento Morena, representado por Ricardo Panchame», informó Pastor de María. Adicionalmente, el movimiento MEL también se suma a su precandidatura, fortaleciendo significativamente sus posibilidades en la contienda interna.
Esta reorganización de fuerzas dentro del partido oficialista deja el panorama electoral dividido principalmente en tres bloques: por un lado, la alianza liderada por Pastor de María; por otro, la coalición de los movimientos M28, Nueva Corriente y POR, que respaldan a Rodolfo Padilla Álvarez, hijo del actual alcalde Rodolfo Padilla Sunseri; y finalmente, el FRP que postula a Adeliano Amaya.
El exministro de la Presidencia explicó las motivaciones detrás de esta unificación: «Hemos tomado la decisión conjunta de unir esfuerzos, de cerrar filas porque consideramos que la alcaldía de San Pedro Sula es demasiado importante como para jugar con ella», enfatizando la relevancia estratégica de la segunda ciudad más importante del país.
Pastor de María señaló que esta alianza tiene como objetivo «rescatar a la ciudad industrial y al Partido Libre, precisamente para que sea ese partido y que sea un alcalde de ese partido que pueda también rescatar a San Pedro Sula», sugiriendo la necesidad de mantener la alcaldía bajo el control del partido gobernante.
Esta noticia surge pocos días después de que el mismo Pastor de María denunciara públicamente supuestas irregularidades en el proceso electoral, incluyendo la compra de conciencias y amenazas de despidos a empleados públicos para coaccionar el voto en los comicios del domingo.
Las elecciones primarias e internas se desarrollarán mañana domingo 9 de marzo en todo el territorio hondureño, bajo un fuerte dispositivo de seguridad y con la presencia de observadores nacionales e internacionales.
