Tegucigalpa – En medio del panorama político hondureño, el designado presidencial Salvador Nasralla emerge como una figura controvertida dentro del Bloque de Oposición Ciudadana (BOC).
Aunque busca posicionarse como el rostro visible de la oposición, su presencia genera rechazo en el Partido Nacional, donde algunos lo ven como un instrumento utilizado para atraer simpatizantes desprevenidos.
El diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Mario Portillo, sostiene que, a pesar de los intentos de Nasralla por liderar el BOC, en realidad, estaría siendo utilizado por los líderes del Partido Nacional para dar un segundo plano a sus propias figuras durante las manifestaciones multitudinarias del bloque opositor.
Portillo señala que la asistencia a las marchas del BOC, aunque numerosa, está mayormente compuesta por militantes del Partido Nacional. Desde su perspectiva, estas manifestaciones son, en esencia, expresiones políticas de dicho partido.
Además, el diputado oficialista minimiza la magnitud de las marchas, como la reciente que convocó aproximadamente a 20 mil personas, al afirmar que esta cifra representa una fracción mínima, ni siquiera el 10 % de la población local, y, por lo tanto, no refleja un respaldo significativo a la oposición.