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Similar a una fumarola del vaticano, un cumulonimbus, anunció un nuevo presidente y vicepresidenta.

Por: José Eliécer Palomino Rojas.
José Eliécer Palomino Rojas

En lo alto del firmamento, a medida que se elevaba una masiva formas de nubes oscuras y espesas, en dirección vertical, conocido como fenómeno de “Cumulonimbos”; más hacia arriba, cuando las espesas nubes tomaban cada vez más altura, en la parte del extremo de la nube Cumulonimbos, se iba delineando el mapa del territorio colombiano y en el extremo de la figura del mapa, sobresalían nubes de colores más claros y tenues, similares al humo nuboso que sale de la chimenea de unos de los puntos estratégicos del vaticano, cuando se usa para elegir un nuevo papa; así mismo la figura del croquis del mapa de Colombia, se iba delineando con nubes claras y suaves como de triunfo, dejando entrever la península de la guajira, la región del caribe, la región del pacífico; y la parte sur del amado territorio colombiano, aunque continuaba con colores muy oscuros; de un momento a otro y como arte de magia, la parte occidental del borde del territorio colombiano, se cubrió de colores muy claros, anunciando como “El habemus presidente”, que regiría a partir del año 2022 hasta el año 2026, los destinos de la amada nación colombiana.

Ya ante “El habemus presidente” en la parte sur del mapa, la nube que permanecía espesa, se fue aclarando cada vez más, definiendo la parte pacífica y parte sur del mapa, regiones que contribuyeron con el derecho al voto, y que felicitaron el triunfo del primer presidente y vicepresidenta de Izquierda del Pacto Histórico Socialista.

Es importante tener en cuenta que por medio de la Constitución Política de Colombia de 1991 toda vía vigente, basada en el Estado Social de Derecho y en la descentralización administrativa; permitió que aquellos 200 años de vida republicana, la democracia fuera más abierta y que las ideologías, sociedades políticas, abrieran el camino hacia el cambio.

Se podría pensar que las palabras, los discursos y muchas expresiones del presidente electo Gustavo Petro como:
“Amarnos los unos a los otros”.
“Justicia Social, Justicia Ambiental”.
“Política del amor, fuerza del amor, fuerza de la esperanza”.
“Este es un gobierno de la vida, de la paz y de la justicia; gobierno que quiere construir a Colombia, como gobierno de la vida: Primero en la paz, segundo en justicia social, y tercero en justicia ambiental”.

Tales discursos, estarían impregnados y en consonancia con los mensajes de las encíclicas papales de la Rerum Novarum que traduce “De las cosas nuevas o de los cambios políticos que argumenta la situación de los obreros; expone la doctrina de la iglesia sobre la cuestión social”. Otras expresiones que de forma reiterativa, mencionaba en el discurso sobre la “Justicia Ambiental”, también permite entrever que va en consonancia con la encíclica papal sobre el medio ambiente y el clima La “Laudato Si, que se refiere a la tierra es nuestro hogar, es de todos”; por otra parte en una de sus expresiones de: “Amarnos los unos a los otros” se puede ver que también va en consonancia con las palabras de Jesús el Nazareno, liberador de la historia y de los siglos. Quedaría claro que con las anteriores palabras, expresiones dentro de los discursos en sus campañas, llenas de amor y romanticismo, el presidente electo conquistó los oídos, las mentes, el sentimiento, los corazones de la población excluida, olvidada, marginada, población de “los nadies”, como los llama la vicepresidenta Francia y, que la llevan a: “sí o sí honrar a los 11.281.002 de los nadies votantes, que hicieron hasta lo imposible para contribuir al voto por ellos. Afirmó la vicepresidenta Marquez .

Se pensaría que la parte norte, occidente y sur, coloreada con el vistoso color morado, conocida como las regiones de los “nadies” probablemente llenas de dolor, sufrimiento, abandono, olvido, por anteriores mandatarios, en el presente, alzaron su voz y sus manos, para con su derecho al voto, con fe y esperanza, escogieran el nuevo cambio.

Indudablemente los nuevos cambios causan expectativas, temor, incertidumbre, pero ante tales temores no se deben acelerar por saber ¿Qué irá a pasar?. Y como lo recomendaría algunos psicólogos, para que los ciudadanos bajen el nivel de estrés, pánico, ante el nuevo cambio de presidente, recomiendan:”Hay que tener en claro que no va a pasar nada, seguir la vida común y corriente, sin fatalismo, aprender a construir la esperanza, asumir el cambio, respirar de forma suave, regulada, poner lo positivo en la mente, seguir la vida, estar lo más tranquilos que podamos, tratar de bajar las expectativas, vivir la vida sin dañar al otro, sin ofender al otro, y mantener los pies con polo a tierra.” O como lo expresaría un ciudadano ante el nuevo cambio presidencial:”Hasta ahora y en lo que llevo de historia, la izquierda siempre ha fracasado gobernando, tal vez, seriamos nosotros el primer país donde tenga éxito, de la mano de Dios. Y hay que no perder la fe”. Según la afirmación del ciudadano, recomendaría tener confianza, fe, esperanza, cubrir y proteger con buena energía y amor el nuevo cambio, para que todo fluya, se desarrolle con éxito y, cada día Colombia sea pacífica y próspera.

¿Será posible que el nuevo cambio Petrista y Marquista, lleno de romanticismo mágico, no sea ancla de utopía, sino que llegue a nivel de verdad y materialidad?.

Las opiniones expresadas de los “columnistas” en los artículos de opinión, son de responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan la línea editorial de Diario El Mundo.

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