La Ceiba – La creciente ola de violencia contra las mujeres en Honduras continúa cobrando vidas, y este trágico escenario se vio reflejado una vez más en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, en el Caribe hondureño.
En esta ocasión, una joven fue brutalmente asesinada en la colonia Rivera de esa ciudad, sumándose a la alarmante estadística de feminicidios en el país.
La víctima, cuya identidad aún no ha sido revelada, vestía una falda jean y una camisa negra. Su cuerpo presentaba múltiples disparos en el rostro y el cuerpo.
Según los testimonios de los vecinos del sector, se escucharon detonaciones de armas de fuego, seguidas de la huida de los perpetradores en una motocicleta.
Las autoridades policiales se desplazaron rápidamente al lugar del crimen para iniciar las investigaciones correspondientes.
Sin embargo, la impunidad que rodea muchos de estos casos de feminicidio sigue siendo motivo de preocupación, y grupos de mujeres organizadas exigen a las autoridades una mayor diligencia en la investigación de estos delitos.
Este nuevo caso de violencia de género se suma a una lista cada vez más larga de mujeres que han perdido la vida de manera violenta en Honduras. Tan solo la mañana del sábado, se reportaron cuatro asesinatos de mujeres en diferentes hechos violentos en todo el territorio nacional.
Además, el viernes se registraron dos casos más en la capital, San Pedro Sula, elevando el número total de mujeres asesinadas durante el fin de semana.
Las cifras alarmantes de feminicidios en Honduras continúan en aumento, dejando una estela de dolor y luto en las familias hondureñas.
Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), en lo que va del año, alrededor de 150 mujeres han sido víctimas de estos crímenes atroces en todo el país.
Ante esta escalada de violencia, es fundamental que las autoridades y la sociedad en su conjunto redoblen los esfuerzos para combatir y prevenir los feminicidios. Se requiere una respuesta contundente, tanto en términos de justicia para las víctimas y sus familias, como en la implementación de políticas y programas que aborden las causas subyacentes de esta violencia de género.
Es momento de que Honduras se una en un frente común para erradicar la violencia contra las mujeres. Solo a través de la colaboración entre el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en general, se podrá crear un entorno seguro y justo para todas las mujeres hondureñas. Es urgente poner fin a esta pandemia de feminicidios y garantizar el pleno respeto de los derechos y la vida de las mujeres en Honduras.
