Arrancaron los cuartos de final con el electrizante choque entre la experimentada Croacia y la llamativa Brasil que definía quien avanzaba en esta Copa Mundial de Qatar 2022. El marcador cerró (1-1) en la prórroga, pero los europeos decidieron su clasificación desde los 12 pasos (4-2).
Por Daniel Mendez Chacón | lapatilla.com
Desde el silbatazo inicial, los ajedrezados impusieron su ley en el mediocampo, a través de la presión y los buenos pases de sus volantes, liderados por Luka Modric.
Una de las apuestas del entrenador Zlatko Dalic fue aprovechar las espaldas de Vinícius Júnior, quien dejaba toda la responsabilidad de la marca a Danilo. Por ello, las subidas del lateral derecho Juric Juranovic hacían mucho daño, al punto de provocar la tarjeta amarilla de su homólogo brasileño.
Andrej Kramaric también era fundamental para su equipo, aguantando la pelota para permitir la llegada de sus compañeros. Sin embargo, Croacia no llegó con claridad al arco de Alisson.
Al unísono, Brasil lograba un puñado de ocasiones de peligro gracias a las triangulaciones de Neymar, Vinícius y Richarlison. Pero, como ha acostumbrado en esta competición, el subcampeón mundial cerró muy bien los espacios y sostuvo el cero en el marcador tras los 45 minutos.
En la reanudación, Brasil aceleró el ritmo y buscó rápido la ventaja. Una jugada en el área rival, finalizada por Vinícius, obligó al guardameta Dominik Livakovic a achicar el ángulo de tiro y despejar la primera llegada clara contra su arco. Un rebote posterior en Josko Gvardiol casi entra por poco, de no ser por la pierna salvadora de su portero.
El técnico Tite ordenó a Richarlison mayor movilidad, por lo que este abandonó el área para arrastrar a los centrales rivales y le dejó una exquisita pelota en profundidad a Neymar, que remató incómodo ante un oportuno cierre de Livakovic.
Croacia contrarrestaba los embates auriverdes con una posesión constante para generar espacios, mientras la oncena de Tite esperaba con paciencia su oportunidad de contragolpear. Para ello entraron los veloces extremos Rodrygo y Antony.
Tras un saque lateral, la pelota le quedó a Lucas Paquetá que, ante la pasividad de los defensores contrarios, estuvo muy cerca de marcar, de no ser por otra oportuna intervención de Livakovic.
Una triangulación iniciada por Rodrygo y Richarlison dejó mano a mano a Neymar, pero Livakovic volvió a erigirse como la figura hasta ese momento. Poco después, el guardameta europeo embolsó un fuerte remate de Paquetá, quien fue asistido con solvencia por Rodrygo muy activo desde su ingreso.
El tiempo pasaba y Tite empezó a soltar aún más a su equipo, al punto que Éder Militão era visto constantemente dentro del área croata. Precisamente, el central “canarinho” pescó un balón suelto y su remate pasó a escasos centímetros de uno de los postes de Livakovic. Un remate flojo de Antony fue lo último de Brasil en los 90 minutos reglamentarios.
Ambas selecciones se enfrentaron la prórroga con un dato histórico a favor: ninguno ha perdido en una Copa del Mundo durante el tiempo extra. Con el partido estirado y sin espacios, un jugadón del atacante Bruno Petkovic sirvió para que Marcelo Brozovic rematara a placer, pero este la echó a la tribuna.
Nuevamente, se cumplió el viejo axioma deportivo “al que no hace, le hacen” y Brasil se fue arriba al final de la prórroga gracias a una genialidad de su principal estrella.
Una doble pared en pocos metros entre Rodrygo, Paquetá y Neymar dejó a este último solo, una vez más, frente a Livakovic, a quien dejó a gatas y sin posibilidad de evitar la que se le venía: El “10” brasileño regateó al costado del área chica y con un “pase al arco” puso a ganar a “La Verdeamarela”.
Dalic dio ingreso a los arietes Ante Budimir y Mislav Orsic para cambiar el destino del encuentro en la última parte de la prórroga. Y la apuesta desesperada le funcionó, porque Croacia le ganó la espalda a Danilo y Orsic pudo habilitar a ras del suelo a Petkovic, cuyo remate golpeó en la zaga auriverde, muy lejos de las manos de Alisson. Se cayó así un partido que parecía definido para Tite y tuvo que decidirse en la tanda de penales.
El lanzamiento desde los 11 metros no pudo arrancar peor para Brasil, con un remate sin fuerza de Rodrygo que Livakovic pudo despejar con facilidad. A partir de allí, la contienda mental estuvo siempre a favor de los croatas. El pase a siguiente ronda se sentenció cuando Marquinhos echó el palón al poste, justo antes de entrar el llanto por el fallo.
Por su parte, los dirigidos por Livakovic corrieron a celebrar otro pase histórico a semifinales cuando nadie confiaba lo suficiente en sus posibilidades.