Tegucigalpa – El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, hizo este domingo un llamado al pueblo hondureño para dejar a un lado la indiferencia social y apoyar a las familias que perdieron sus viviendas por la falla geológica en la colonia Guillén y alrededores, en Tegucigalpa, Francisco Morazán.
Durante la homilía dominical celebrada en la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa, Rodríguez hizo referencia la parábola del hombre rico y el mendigo (Epulón y Lázaro).
El purpurado pidió a la población ser solidaria con migrantes y afectados con inundaciones en Honduras.
“Grandes masas de seres humanos están esperando, participar al menos de las migajas de los bienes de la tierra, Lázaro representa a millones de pobres en el mundo, también en nuestra Honduras, en nuestra Tegucigalpa, donde cientos han perdido todo en las colonias al pie de El Picacho, no tenemos que buscarlos lejos”, dijo el también arzobispo del arquidiócesis de Tegucigalpa.
El líder religioso también aludió a los hondureños afectados por las inundaciones del río Ulúa, y Chamelecón, en el norte de Honduras, a consecuencia de las lluvias.
“Ciertamente, nuestro país no está ciego y nos damos cuenta de las realidades, el problema sería si somos indiferentes, esta parábola nos llama a la fraternidad, a poder ver el dolor ajeno y ayudar en lo poquito que podamos, pero no vivir encerrados en nosotros mismos”, sostuvo el religioso.
Honduras está en emergencia nacional decretada por el gobierno el viernes 23 de septiembre luego que las lluvias afectaran a más de 17 mil personas en la zona norte, además de causar daños en las vías de comunicación.
El líder de la Iglesia Católica de Honduras comparó al pobre de la parábola a los “millones de seres humanos que padecen hambre y miseria, como en Somalia, Haití, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Cuba, América Latina, África, y miles de migrantes que cruzan el mar o las fronteras del río Grande (para llegar a Estados Unidos)”.
Mientras el rico en la parábola es ahora “la situación de nuestro mundo actual, aquellos envueltos en lujos que despilfarran y montan toda cantidad de placeres”, y “el sistema económico en que un 10 por ciento de la humanidad acapara el 80 por ciento de los bienes de la tierra”, expresó.
Rodríguez indicó que en el mundo se pueden acumular riquezas, pero fracasar en la empresa de llegar a ser plenamente uno mismo.
