Tegucigalpa – En su mensaje dominical, el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, hizo un llamado a la humildad y la sencillez como virtudes esenciales en la vida de las personas.
Advirtió sobre los peligros de la soberbia y la doblez, resaltando que aquellos que se aferran a estas actitudes no encuentran descanso, ya que viven con el constante temor de ser descubiertos.
El arzobispo reflexionó sobre cómo la falsedad puede ocupar el lugar de la verdad en la mente de las personas.
Destacó que muchos caen en la trampa de llevar una doble vida, y enfatizó que este peligro puede afectarnos a todos, sin excepción.
“Nadie estamos exentos de las insidias del príncipe de la mentira, que empieza por engañarnos a nosotros mismos, de forma que decimos una cosa, pero vivimos otra”, afirmó monseñor Nácher.
Subrayó que al tratar de ocultar quiénes somos en realidad, no engañamos al Señor, sino a nosotros mismos, negándonos la oportunidad de recibir la curación y la guía divina.
En este sentido, destacó que la humildad nos protege de nuestros propios engaños y la sencillez nos permite relacionarnos de manera auténtica con los demás.
Concluyó su mensaje invitando a la comunidad a cultivar estas virtudes para fortalecer su relación con Dios y construir una sociedad basada en la verdad y el amor fraternal.