Tegucigalpa – La Sala I del Tribunal de Sentencia ha decidido posponer la lectura del fallo de sentencia en el juicio contra el exoficial de las Fuerzas Armadas de Honduras, Santos Orellana, y su núcleo familiar. La nueva fecha para la resolución será el miércoles 14 de junio a las 2:00 de la tarde.
Además de Santos Orellana, también están siendo acusadas su esposa, Jennifer Bonilla, y su suegra, Reina Lizeth Bonilla. Los tres enfrentan cargos por lavado de activos presentados por el Ministerio Público.
Inicialmente, se esperaba que la resolución se diera este jueves, pero el Poder Judicial ha comunicado que se ha programado para la próxima semana, sin proporcionar detalles sobre los motivos de la reprogramación.
El expediente revela que, según las investigaciones realizadas por el Ministerio Público, Orellana llevaba a cabo operativos en la zona de Gracias a Dios, donde, al encontrar dinero o drogas, no los declaraba en su totalidad, apropiándose de una parte de lo incautado. Además, las armas decomisadas eran entregadas a un grupo delictivo de La Ceiba conocido como ZIPE.
También se le acusa de participar en decomisos de vehículos que transportaban grandes sumas de dinero en dólares. Según testigos, Orellana estaría involucrado en la muerte de varias personas, incluyendo a un informante de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).
El Ministerio Público sostiene que Orellana negociaba la entrega de drogas robadas a otras organizaciones criminales en la región de La Mosquitia, Gracias a Dios. Todo el dinero obtenido de estas actividades ilícitas era enviado a su esposa y suegra.
Según el análisis financiero realizado por el Ministerio Público, Orellana habría recibido más de dos millones y medio de lempiras en ingresos brutos y 813,918 lempiras en salarios netos. Sin embargo, las investigaciones revelan que su esposa y suegra han tenido más de 238 millones de lempiras sin justificar en sus cuentas bancarias y fuentes de ingresos durante el período comprendido entre los años 2010 y 2020.
La reprogramación de la lectura del fallo de sentencia brinda a las partes involucradas más tiempo para preparar sus argumentos finales y esperar una decisión justa por parte del tribunal.
