Tegucigalpa – El antiguo jefe de operaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, Mike Vigil, analizó la situación en Honduras con respecto a la producción de drogas, expresando la percepción de una disminución en este problema durante el presente año.
Aunque Honduras ha enfrentado la difícil realidad de la producción de drogas, Vigil sugirió que hay indicios de una reducción, contrarrestando la tendencia previa de aumento debido al incremento en los cultivos de drogas en el país.
Vigil, en su evaluación, destacó la importancia de abordar este desafío de manera integral. Si bien reconoció la disminución en el número de cultivos, subrayó que la situación aún es grave y demanda acciones concretas por parte del gobierno para combatir eficazmente estos delitos relacionados con estupefacientes.
En este contexto, el ex agente resaltó la necesidad de implementar medidas educativas, especialmente en las escuelas y colegios, con el objetivo de concientizar a la población, en particular a los jóvenes, sobre los peligros y las consecuencias de la adicción a las drogas.
Además, enfatizó la importancia de una capacitación más efectiva para las fuerzas de seguridad y la policía, con el propósito de enfrentar de manera más eficaz el problema del narcotráfico.
Vigil advirtió sobre la amenaza que representa el cultivo de cocaína para la seguridad nacional de Honduras, señalando la falta de instalaciones adecuadas para tratar a personas adictas a las drogas en el país. Esta carencia podría generar problemas adicionales, por lo que instó a las autoridades a abordar de manera proactiva esta situación.
En los últimos años, Honduras ha experimentado una transformación de ser simplemente un país de tránsito de drogas a convertirse en un productor de sustancias ilícitas. Este cambio de estatus quedó patente cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incluyó a Honduras en la lista de países con mayor producción y tránsito de narcóticos para el año 2023.
Como parte de los esfuerzos para combatir este fenómeno, la Policía Militar del Orden Público (PMOP) presentó un informe en octubre, destacando los logros en las confiscaciones realizadas durante el año, que incluyen más de 6 millones de arbustos de coca, más de 1,5 millones de plantas de marihuana y más de 6 mil paquetes de cocaína.
Además, se informó sobre la destrucción de 24 laboratorios dedicados al procesamiento de drogas, evidenciando la magnitud del desafío que enfrenta Honduras en la lucha contra el narcotráfico.
