Por: Karen Ordóñez
Tegucigalpa – En la actualidad, la sostenibilidad está en el centro del accionar de las empresas, además, han adquirido el compromiso de construir empresas más sostenibles esto a manera de lograr el crecimiento de sus marcas en los diferentes mercados de forma más rentable y eficiente y, a la vez, sus políticas y estrategias están alineados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU).
De la cual surge como una -respuesta a la necesidad de abordar los desafíos mundiales más apremiantes, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la degradación ambiental o la falta de desarrollo sostenible.
En ese contexto, los anteriores problemas, que son complejos y parten de las políticas públicas que afectan directa e indirectamente el desarrollo humano, están siendo tratados en la actualidad con alianzas y sinergias a través de los gobiernos, las empresas del sector privado, la sociedad civil, organismos internacionales-cooperantes y la academia, por ende, son claves para formular y trabajar en conjunto en estrategias basadas en soluciones integrales-transversales de corto, mediano y largo plazo.
Por esa razón, la sostenibilidad en todos sus ámbitos está atrayendo la atención mediática como reto principal y es posible, sin duda alguna a equivocarse, que acapare un gran porcentaje del cuestionamiento social, cultural, político, económico y ambiental, que repercute en el sistema mediático local, regional e internacional.
Entonces, cabe preguntarse, ¿cómo los desafíos y problemas sociales que hoy enfrenta la humanidad están siendo abordados desde los diferentes sectores y principalmente, las empresas privadas? Y, ¿cuál es la relación entre las empresas y la Agenda 2030 de la ONU?
Es importante destacar que la creciente transformación de las empresas demanda un liderazgo sostenible y una ágil acción para responder a los retos del desarrollo sostenible, por lo tanto, la sostenibilidad empresarial debe enfocarse en la capacidad de las empresas para mantener su éxito a corto, mediano y largo plazo, considerando la interdependencia en aspectos como los económicos, sociales, culturales, políticos, ambientales y de gobernanza, entre otros.
¿Puede el sector privado convertirse en el necesario socio de confianza para el desarrollo inclusivo de Honduras de acuerdo a la Agenda de los ODS 2030 de la ONU?
En los años recientes, se ha visto como las empresas han logrado comprometerse con políticas y estrategias dirigidas a conservar y proteger el medio ambiente, la gestión de residuos sólidos, reciclaje inclusivo, sostenibilidad empresarial y economía circular, y otros más.
Por esa razón, la ONU ha manifestó que los ODS, junto con los compromisos por el clima asumidos en el Acuerdo de París (COP21)[Información extraída de: (ONU, 2022). ], son la mayor apuesta de toda la historia de la humanidad para conseguir un modelo socioeconómico próspero, inclusivo y justo, en esa línea. Para el gerente general de la empresa Reciclajes Diamante, Benito Morales, la sostenibilidad debe ser un fin primordial de las empresas cuyo objetivo es lograr un desarrollo sostenible, resiliente, innovador e inclusivo. “Para tener una Honduras sostenible para el 2030 se tiene que construir sinergias entre el gobierno y la empresa privada”, agregó.
Algunos expertos locales son del criterio que debe de haber intervenciones y mesas de análisis en las que diferentes representantes de los sectores público y privado revisen periódicamente y analicen cuales han sido los avances y desafíos registrados por Honduras de cara al cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030.
En relación a esa idea, Karla Ávila, directora de Asuntos Legales y Corporativos en Cervecería Hondureña comentó que “en la actualidad las empresas deben apoyar la puesta en marcha de proyectos que permitan a la población hondureña enfrentarse y tener mayor resiliencia a los retos sociales, culturales, políticos, económicos y ambientales de una forma más eficaz y eficiente”.
“El papel de nuestras empresas a través de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), debe ser ayudar a crear un entorno empresarial favorable que maximice las sinergias entre su dimensión económica, social y medioambiental”, añadió.
Ávila quien refirió que para la Agenda 2030 de la ONU, el sector empresarial es un agente clave de desarrollo y en ese sentido, “una gestión empresarial responsable, además de concentrarse en la estrategia y en la generación de beneficios, tiene en cuenta cómo generar un entorno económico, social cultural y ambiental más próspero para la sociedad hondureña”.
Puntualizó que, la empresa trabaja activamente en programas de consumo responsable, protección del agua, recolección y reciclaje, energía renovable y digitalización de sus clientes, entre otras iniciativas.
Es importante resaltar que la sostenibilidad empresarial, se posiciona como el lenguaje de las empresas con futuro, es por eso que las empresas privadas deben de implementar políticas sociales y ambientales coherentes que fomente el desarrollo sostenible del país, como parte de la contribución a la lucha contra el calentamiento global y otros desafíos sociales, y que esas acciones lleven como objetivos impulsar procesos de producción y consumo sostenible de las micro, pequeñas y medianas empresas, según Wilfredo Castejón de la empresa Recolentando.hn. El experto, además, reflexiona que “la gestión de los riesgos ambientales se ha convertido en una cuestión de básica importancia, ineludible en la dirección estratégica de las empresas”.
Castejón considera que el sector privado de Honduras, tiene un compromiso hacia la sociedad hondureña en fomentar quehaceres dentro de la Agenda 2030 de la ONU, la cual necesita aun de más compromiso, acciones y estrategias, entre las que destacan, la implementación de los principios de la economía verde en la que la sostenibilidad es una cuestión integral, ya que se incorporan todos los integrantes de las empresas teniendo un solo objetivo y, lo más importante, es que las empresas contribuyen a la realización de los ODS de esa agenda, teniendo como eje central trabajar de forma trasversal lo ambiental, económico-político y lo social-cultural.
Actualmente, el sector privado se ha visto en la necesidad de implementar políticas, estrategias y términos de sostenibilidad que vayan acorde o bien a efecto al compromiso que las empresas tienen con la sociedad, con el fin de lograr un mayor impacto positivo a manera de contrarrestar la degradación ambiental, la desigualdad, vulnerabilidad y pobreza, así como la injusticia e inequidad social, finalizó.
La RSE implica que las empresas actúen éticamente y tomen decisiones y aportes conscientes, sostenibles, que impacten positivamente en la sociedad y el medio ambiente y eso se puede hacer también adoptando e incorporando cada vez más nuevas tecnologías o bien la inteligencia artificial, siempre y cuando está este guiada por sólidos principios éticos, como cualquier otro modelo de gestión o de negocio.
Por ejemplo, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-Lab) y el Banco Atlántida recientemente firmaron un convenio para financiar a más de 100 emprendimientos digitales en Honduras con un valor de dos millones de dólares, el que tiene como objetivo contribuir al desarrollo económico y social de Honduras a través de la promoción del emprendimiento y la innovación.
Desde lo anterior, sin duda alguna, economistas hondureños son del criterio que es importante responder a las siguientes interrogantes: ¿cómo promover una mayor actividad del sector privado? y, a la vez, ¿cómo promover un mejor comportamiento del sector privado? Sobre ese tema a tratar. Las empresas privadas hoy más que nunca tienen un rol importante con un alto grado de aplicación de las políticas de RSE, en las que deben sobresalir la creación de empleo y la reducción de la pobreza, además de adoptar un enfoque diferenciado a nivel de empresa y, algo para destacar es mantener una buena coherencia entre las políticas y en las áreas que afectan al sector privado en los países en desarrollo, como las naciones centroamericanas y en especial el caso de Honduras.
¿Están trabajando en los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU el sector privado de Honduras?
De acuerdo con el Pacto Mundial-España, se debe de construir en la región una economía equilibrada y ambientalmente responsable, pero para eso, el sector privado necesita del compromiso de los gobiernos, de lo contrario no podrá lograr alcanzar una mayor responsabilidad, resiliencia y regeneración y mucho menos podrá garantizar su compromiso con los ODS de la Agenda 2030 de la ONU y su sostenibilidad en el tiempo.
En consecuencia, el sector privado, los gobiernos y la sociedad civil deben identificar herramientas que permitan alinear la operación de las empresas con las contribuciones a estos objetivos.
Instrumentos económicos y políticos (empresa privada-gobierno)
La preocupación de las empresas no debe ser solo sobre la reputación de su marca sino también sobre la necesidad de ser prudentes desde el punto de vista financiero, solo así se logrará un mayor compromiso de contribuir a un sector privado más responsable y una economía más sostenible, además de lograr sociedades más justas y resilientes a las (causas o efectos) de los problemas sociales, ambientales, políticos, económicos y otros.
En ese sentido, la promoción de alianzas público-privadas puede ayudar a que las estrategias de negocio de las empresas no solo sean a corto plazo sino también a largo plazo para que, de esa manera se puedan crear condiciones con el objetivo de fomentar e implementar inversiones a largo plazo público-privadas y estas a la vez, generen la creación de empleos sostenibles como apoyo al crecimiento económico, social, político, ambiental y de gobernanza de los países, quizás por esta razón la Comisión Económica para América Latina (Cepal), considera que, -el involucramiento de los diferentes actores en la actividad empresarial permite acortar la brecha entre lo público y lo privado haciendo que el diseño de política y la creación de normas y regulaciones corresponda cada vez más con el proceso de desarrollo y madurez de los mercados.
Por otro lado, para las empresas, la sostenibilidad se presenta como una oportunidad de cambio y transición hacia una nueva forma de hacer negocios, pero también hacia nuevas formas de convivir con una sociedad y el medio que la rodea, pese a la complejidad de la misma, entonces dentro de la gestión de sostenibilidad empresarial de las empresas deben estar involucrados a una serie de actores entre ellos los gobiernos quienes deberían ser parte o revisar que las políticas o estrategias de las empresas estén basadas en las acciones enmarcadas en principios de desarrollo sostenible y teorías éticas de la responsabilidad social en el nivel empresarial es decir: que deben de incluir la RSE, resiliencia y adaptación al cambio climático, sostenibilidad ambiental, desarrollo económico inclusivo y el uso eficiente de los recursos esto basándose en el modelo ambiente-social-gobernanza (ASG) de la ONU.
La responsabilidad social en el sector privado empresarial
La RSE se ha convertido en una temática de gran relevancia en el mundo de los negocios. Tal es el caso, que la mayoría de las empresas privadas consideran que las acciones o estrategias que conlleva la RSE tiene un carácter de inversión y por esa razón, se le ha concedido la importancia que ha alcanzado en la actualidad como parte de su proceso de creación de valor.
No obstante, cabe preguntarse ¿qué hace entonces como sector privado para asumir la responsabilidad ante ese desafío?
Para Grupo Terra, -la responsabilidad corporativa se ha convertido en el camino para obtener relaciones más duraderas con las partes interesadas y diferentes actores de la sociedad, con el objetivo de buscar la Sostenibilidad en el largo plazo.
Los programas que desarrolla Grupo Terra se distinguen principalmente por tener un impacto en los ODS de la Agenda 2030 de la ONU, a través de la implementación de programas como: Trabajo Decente y Crecimiento Económico; Juntos Creando Valor; Ciudades y Comunidades Sostenibles; Vida de Ecosistemas Terrestres; Acción por el clima; Energía Asequible y No contaminante; Educación de Calidad; y Alianzas para lograr objetivos; lo anterior, hace que este conglomerado de empresas sea responsable y sostenible, a la vez, comprometido con la mejora continua en cada lugar donde tiene presencia según presidente y CEO, Fredy Nasser (FUNDAHRSE, 2023).
Desde el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) a manera de ejemplificar y como parte de las acciones de este sector en alianza con organismos internaciones, sociedad civil y la academia y, no obstante, con los gobiernos trabaja desde un pacto global en donde las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones a principios universalmente aceptados en cuatro áreas principales: derechos humanos, medio ambiente, estándares laborales y anticorrupción.
Asimismo, el Cohep es parte de la Alianza para Gobierno Abierto (AGA), gestionando así la participación ciudadana, la transparencia en la gestión pública y la rendición de cuentas como medio para luchar contra la corrupción y la impunidad, y, por último, promueve la igualdad de género, el desarrollo de capacidades para impulsar el liderazgo de la mujer hondureña y su inclusión en el sector empresarial, en aras de cumplir con los principios de la libre empresa, igualmente, impulsa iniciativas sectoriales para la prevención y erradicación gradual del trabajo infantil, entre otros.
En conclusión, las iniciativas sociales, ambientales y éticas en temas de sostenibilidad empresarial son importantes ya que se ha podido observar que el sector privado en Honduras, tiene una responsabilidad directa sobre varios de los ODS de la Agenda 2030 de la ONU (1-4-5-7-8-9-12 y 13), y en el informe de mapeo de empresas con programas de RSE en Honduras elaborado por la Unión Europea (UE) en 2016, se logra observar que dentro de las empresas consultadas, en su mayoría, le apuestan a esos ODS ya que consideran que los gobiernos por sí solos no tienen la capacidad de enfrentar los retos y desafíos de los objetivo y, por ende, necesitan aliados para lograrlo, un claro ejemplo es que, cuando se vinculan y trabajan conjuntamente todos los actores se puede lograr mayor transparencia, confianza, eficacia, inversión, innovación, productividad, gobernabilidad y sobretodo sostenibilidad, por eso es -importante involucrar al sector privado en el desarrollo de una economía sostenible, amigable con el ambiente y con criterios de competitividad que mire las oportunidades y desafíos del presente y futuro-, (COHEP, 2018).