Tegucigalpa – El diputado Tomás Ramírez del Partido Salvador de Honduras (PSH) ha encendido las alarmas sobre una crisis interna en la formación política, anticipando una reunión clave este sábado que buscará definir el futuro del partido ante las tensiones crecientes.
Ramírez identificó tres facciones principales dentro del PSH: los seguidores de Salvador Nasralla, quienes desean mantener la actual dirección del partido; los partidarios de Mauricio Castellanos, que prefieren una alianza con el partido Libre; y un grupo centrista que defiende la independencia del partido y su compromiso anti-corrupción.
El legislador ha hecho una acusación grave, alegando que los delegados están siendo coaccionados e incluso comprados para apoyar una toma de control por parte de los aliados de Libre, lo que amenaza con convertir al PSH en un «partido de maletín».
A pesar de estos desafíos, Ramírez se muestra esperanzado en que se pueda lograr un consenso que preserve la autonomía del partido y fortalezca su integridad. La reunión del sábado se perfila como un momento decisivo para el futuro del PSH en el ámbito político hondureño.