Según el comunicado emitido por el Comando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (CENTCOM), las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un bombardeo en el este de Siria el pasado 7 de septiembre, en el cual mataron a un líder de la organización terrorista Estado Islámico (EI). El líder del EI abatido fue identificado como Usama al Muhajir, quien dirigía las operaciones en esa región.
El comunicado del CENTCOM enfatizó que no hubo indicios de que civiles resultaran muertos en el ataque y reiteró el compromiso de derrotar al Estado Islámico en toda la región. El comandante del CENTCOM, general Michael “Erik” Kurilla, afirmó que el grupo yihadista sigue siendo una amenaza, no solo para la región de Oriente Medio, sino también más allá.
El CENTCOM declaró que la muerte de Al Muhajir interrumpirá y degradará la capacidad del EI para planificar y llevar a cabo acciones, y aseguró que las fuerzas estadounidenses, junto con sus socios en Siria e Irak, continuarán trabajando para lograr una derrota duradera del grupo.
El bombardeo que mató al líder del EI fue realizado con drones MQ-9, y el comunicado menciona que esos drones fueron hostigados por aviones rusos durante dos horas. Estados Unidos denunció que los aviones rusos lanzaron bengalas de paracaídas frente a los drones y volaron peligrosamente cerca de ellos.
Aunque el Estado Islámico fue derrotado territorialmente en Siria en marzo de 2019, aún mantiene células activas en varias partes del país, especialmente en el desierto central de Badia. Estados Unidos lidera una coalición internacional de lucha contra el grupo terrorista en Irak y Siria, pero ocasionalmente lleva a cabo operaciones unilaterales contra objetivos yihadistas de alto o medio rango.