Tegucigalpa. – Ramón Barrios, diputado del partido Libertad y Refundación (Libre), dijo este jueves que si bien la propuesta de una nueva Ley de Justicia Fiscal seguirá circulando entre los distintos sectores del país, “no es negociable” que las grandes corporaciones seguir recibiendo exenciones.
La discusión se dio afuera del Congreso Nacional porque al Poder Ejecutivo le pareció bien entregar primero el mensaje al Consejo Hondureño de la Empresa Privada para que se familiaricen con él, dijo.
“Yo prefiero ver el vaso medio lleno, ya estamos en la discusión y socialización. Les puedo asegurar que desde Casa de Gobierno están recogiendo las observaciones de los empresarios para modificarlo y enviarlo al Congreso Nacional”, dijo.
Barrios argumentó que 25 empresas seguir beneficiándose abiertamente de las exoneraciones ya no es negociable.
Para acabar con la desigualdad en Honduras es necesaria la redistribución. Me parece que los grandes contribuyentes de esas empresas que se han enriquecido tendrán que hacerlo en el futuro si la clase media y los pobres están pagando estos impuestos”, dijo.
El diputado oficialista pronosticó que la base imponible aumentaría y “eso no va a retroceder”, “el que más gana más debe contribuir con el dinero público para el país”.
El Ejecutivo aún no ha enviado el Proyecto de Ley de Justicia Fiscal al Congreso debido a las numerosas incertidumbres y preocupaciones.
La presidenta Xiomara Castro hizo el anuncio de la reforma tributaria, afirmando que la misma no resultará en un aumento de impuestos y que su objetivo es prevenir y regular los esquemas de elusión y exención tributaria.
Según los expertos, Honduras necesita una reforma profunda porque si solo se eliminan las exenciones, los inversionistas se irán del país en busca de mejores incentivos.
Según el economista Julio Raudales, “Si eliminamos exoneraciones y nos quedamos solo con eso lo que estamos es abriendo la puerta a los inversionistas” y animándolos a invertir en otras naciones donde encontrarán mejores condiciones.
La reforma tributaria hondureña, según Raudales, es “muy preocupante”, si no del todo profunda.
Enfatizó que la reforma tributaria no solo implica eliminar exoneraciones o prórrogas, sino también elevar el nivel de vida de la población.
