Tegucigalpa – Migdonia Ayestas, coordinadora de la Observadora de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), expresó su preocupación por la seguridad en el país al comentar el reciente hallazgo de cuatro jóvenes muertos en la colonia Mirador de Oriente de Tegucigalpa.
Según explicó, la tragedia ocurrió luego de que dos de los jóvenes, una pareja, decidieran mudarse a una vivienda que también era codiciada por la Pandilla 18.
“Es lamentable que el control territorial de los grupos criminales en el país haya llegado a un punto donde actividades cotidianas como alquilar una casa puedan terminar en amenazas o actos violentos”, afirmó Ayestas.
La académica destacó que, aunque el índice de muertes violentas ha disminuido, las desapariciones siguen siendo una preocupación constante, con alrededor de 200 personas reportadas como desaparecidas este año, y 30 solo en junio, atribuidas en su mayoría a narcotraficantes y pandillas.
La situación, según Ayestas, genera un clima de miedo y conmoción que afecta profundamente a la sociedad hondureña.
La experta instó a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad y justicia para proteger a los ciudadanos de las amenazas y violencia que imponen los grupos criminales.
