Los negocios de venta minorista de cannabis en el estado de Nueva York han generado unos 150 millones de dólares en su primer año tras el establecimiento de regulaciones para el sector, que siguieron a la legalización del uso recreativo de la marihuana.
La Oficina de Gestión del Cannabis informó este viernes en un comunicado, con sus proyecciones previas al cierre del ejercicio, que se han vendido casi 4 millones de unidades de productos de cannabis, encabezadas por productos comestibles, flores y cigarrillos ya liados.
La autoridad indicó que espera una recaudación fiscal de unos 16,3 millones de dólares en el ejercicio.
Tras la legalización del uso recreativo del cannabis en 2021, a finales de 2022 abrió la primera tienda legal en Nueva York, pero hoy solo hay unos 40 negocios abiertos en todo el estado, muy por debajo de los 150 previstos entonces por la Oficina.
Esa baja cifra de tiendas legales destaca aún más si se tiene en cuenta que la Oficina ha recibido este año unas 4.300 solicitudes de licencia para abrir dispensarios, de acuerdo con la nota.
Un portavoz de la Oficina dijo a EFE que planean entregar entre 500 y 1.500 nuevas licencias para negocios relacionados con el cannabis en las próximas semanas.
Uno de los problemas del sector es que muchos dispensarios legales no pueden competir con las tiendas ilegales, que pueblan sobre todo la ciudad de Nueva York, llena de turistas, y a menudo son indistinguibles de las operaciones autorizadas.
El estado, como la ciudad, han intentado aplicar mano dura contra los negocios ilegales, a menudo actuando contra los propietarios que alquilan esos espacios, y las fuerzas del orden han incautado productos por valor de 56 millones de dólares, indica la nota.