Tegucigalpa – Durante el transcurso de 2023, la situación de violencia de género en Honduras continúa siendo alarmante, con más de 300 casos de feminicidios y muertes violentas contra mujeres registrados en el país, según reveló Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
Comparando estas cifras con las del año anterior, cuando se documentaron 308 feminicidios, resulta evidente que la situación no ha mejorado significativamente.
Esto subraya la persistente vulnerabilidad que enfrentan las mujeres hondureñas, quienes se sienten desprotegidas ante las olas de violencia que azotan el país.
Los feminicidios siguen siendo un escenario de extrema violencia, en el que muchas mujeres son víctimas de secuestros, abusos sexuales, estrangulamientos, torturas y, finalmente, asesinatos, tal como denuncian organizaciones feministas.
Lo más preocupante es que estas tragedias se desarrollan con frecuencia en el ámbito público, y muchas mujeres son secuestradas y asesinadas frente a sus propios hijos.
Los familiares de las víctimas han experimentado traumas inimaginables y exigen justicia para que estos casos no queden impunes. La impunidad en los casos de feminicidio es un problema persistente en Honduras y ha llevado a un ciclo de violencia continuo.
En enero de 2023, el OV-UNAH presentó su boletín infográfico número 14 titulado «Muerte violenta de Mujeres y Feminicidios en Honduras». Este informe revela que, desde el 1 de enero hasta el 19 de febrero de 2023, se registraron un total de 58 mujeres asesinadas en 16 de los 18 departamentos de Honduras.
Más preocupante aún es que el 77 por ciento de estas muertes involucró armas de fuego, lo que pone de manifiesto la creciente preocupación sobre la proliferación de armas de fuego ilegales en el país y la necesidad urgente de abordar este problema para garantizar la seguridad de las mujeres hondureñas.