Tegucigalpa – El Congreso Nacional de Honduras ratificó este martes una serie de ascensos militares que han reavivado el debate sobre el rol de las Fuerzas Armadas en la sociedad hondureña.
La decisión, que coincide con el 199 aniversario de la institución militar, ha despertado reacciones diversas, incluyendo una notable crítica del influyente sacerdote jesuita Ismael Moreno, conocido popularmente como «Padre Melo».
A través de su cuenta en la plataforma X, el Padre Melo cuestionó la naturaleza de estos cambios institucionales con un mensaje que ha resonado en la opinión pública: «Mandos militares le entienden al trámite.
¿Han cambiado o son lo mismo de siempre?», planteando dudas sobre la verdadera transformación de la institución castrense.
Entre los ascensos más destacados figura el del jefe del sistema penitenciario, Ramiro Fernando Muñoz, quien ha sido elevado al rango de general.
La decisión del Congreso fue defendida por el diputado Ramón Barrios, quien aseguró que los nombramientos se realizaron respetando el principio de presunción de inocencia y tras verificar la ausencia de denuncias formales ante el Ministerio Público contra los oficiales promovidos.
La aprobación de estos ascensos contrasta con recientes señalamientos de irregularidades en procesos similares dentro de la Policía Nacional, denunciados por la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva.
Sin embargo, estas acusaciones no fueron consideradas como impedimento para los actuales ascensos militares.
Los nuevos rangos se oficializaron durante una ceremonia conmemorativa en el Campo de Parada Marte, en Tegucigalpa, donde las máximas autoridades de los tres poderes del Estado se reunieron para celebrar casi dos siglos de historia institucional militar en Honduras.
El debate generado por las declaraciones del Padre Moreno ha abierto un espacio de reflexión sobre la evolución del poder militar en Honduras y su interacción con la sociedad civil, en un momento crucial para la modernización de las instituciones del Estado.