Tegucigalpa – Este trágico jueves dejó marcada a la comunidad de Las Minas en El Progreso, Yoro, con el asesinato a disparos de tres jóvenes, cuyas identidades aún permanecen en la penumbra.
La cruel escena se desencadenó cuando los ahora occisos, aparentemente jóvenes de aspecto, salían de su empleo en un vivero. En un giro siniestro, individuos armados los abordaron, los forzaron al suelo y les arrebataron la vida a tiros.
Los cuerpos sin vida yacían en un camino de tierra, cercano al vivero donde día a día dedicaban sus esfuerzos al cuidado de las plantas.
La comunidad se sume en la consternación y el dolor ante esta nueva tragedia que mancha la paz local.
Este trágico suceso se suma a la ya lacerante estadística de violencia en Honduras. Este año, Las Minas vivió la segunda masacre, recordando el doloroso hallazgo de tres mujeres asesinadas en Roatán, Islas de la Bahía, a principios de 2024.
Estos hechos lamentables contribuyen a un promedio de 10 personas que pierden la vida diariamente en actos violentos, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
La sociedad llora la pérdida de vidas jóvenes y exige respuestas y medidas que restauren la seguridad y la paz en la región.
