San Pedro Sula – Las autoridades policiales han logrado importantes avances en el caso de la masacre ocurrida recientemente en la colonia Santa Marta de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, donde seis personas perdieron la vida de manera trágica.
Tras una intensa labor de investigación, la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco) ha llevado a cabo la detención de dos presuntos responsables de este terrible acto.
La captura de impacto tuvo lugar en el barrio El Centro de la ciudad, donde las fuerzas de seguridad del Estado lograron aprehender a alias “Chele Peda” y “Cara de Niño”, quienes se cree que forman parte de la peligrosa banda criminal conocida como “Los Aguacates”.
Estos individuos, de tan solo 19 y 17 años respectivamente, tienen antecedentes delictivos y se les atribuye una participación activa en la masacre, la cual al parecer estuvo motivada por un acto de venganza.
Las exhaustivas investigaciones llevadas a cabo por la Dipampco y la Dirección de Inteligencia e Investigación del Estado han permitido identificar plenamente a estos dos jóvenes como responsables de este acto de violencia sin sentido.
Según los testimonios recopilados por los medios de comunicación, los perpetradores, fuertemente armados, llegaron a altas horas de la madrugada, alrededor de las 3:30 a.m., a la vivienda donde se encontraban reunidas las siete personas y abrieron fuego sin piedad.
Este trágico suceso pone de manifiesto la preocupante situación de violencia que persiste en Honduras, donde el promedio diario de personas asesinadas oscila entre diez y trece, según fuentes oficiales.
Las autoridades continúan trabajando arduamente para llevar a los responsables ante la justicia y garantizar la seguridad de la ciudadanía.
Esperamos que este importante avance en la investigación y detención de los presuntos responsables de la masacre contribuya a la disminución de la impunidad y sirva como un mensaje contundente de que los actos de violencia no quedarán impunes en el país.
La sociedad hondureña clama por un ambiente de paz y seguridad, donde las familias puedan vivir sin temor a ser víctimas de actos delictivos. Es fundamental que las autoridades continúen fortaleciendo las acciones de prevención del crimen y la persecución de aquellos que intentan perturbar la tranquilidad de la sociedad.
Solo a través del trabajo conjunto de las instituciones y el apoyo de la comunidad se podrá lograr un cambio significativo y duradero en la lucha contra la violencia en Honduras.
