En el verano de 2019, la boda de Joe Jonas y Sophie Turner fue una de las más seguidas del planeta. Un lujoso enlace en un castillo francés entre un cantante de éxito y una actriz de renombre que parecía sacado de un cuento de hadas. Pero, en el verano de 2023, el de los corazones rotos, el hechizo se ha hecho trizas.
Por El País
La pareja ha presentado este martes una demanda de divorcio ante unos juzgados de Miami. Comenzaron a salir en 2016, se comprometieron en 2017 y tienen dos hijos en común, una niña de tres años y otra de 14 meses.
Diversos medios estadounidenses han confirmado que ha sido el músico, componente de los Jonas Brothers, quien ha presentado dicha demanda alegando problemas en la pareja. De hecho ha sido el abogado Tom Sasser, que también llevó a cabo el divorcio del golfista Tiger Woods y su esposa, Elin Nordegren, hace una década. En los documentos legales filtrados por la prensa se asegura que el matrimonio está “irremediablemente roto”. Ambos firmaron un contrato prenupcial antes de la boda y ambos se harán cargo de la manutención de sus dos hijas.
Que el divorcio de la pareja era inminente venía sonando desde el viernes, cuando se supo que Jonas había contratado a un experto en divorcios, aunque él no dio ninguna explicación al respecto. De hecho, pareció querer desmentir esos rumores cuando, en un concierto el fin de semana, se dejó ver con el anillo de casado, que por su parte no había llevado en un par de recitales en agosto, e incluso a uno en Nueva York al que asistió la propia Turner. Sin embargo, el domingo se volvió a hacer público que el hermano mediano de Nick y Kevin Jonas estaba en contacto con dos abogados de Los Ángeles especializado en separaciones, lo que hizo avivar las informaciones que se han confirmado este martes.
Otro de los signos de la crisis de pareja, que los medios empezaron a dejar entrever hace poco más de un mes, es la venta de su casa familiar de Miami, Florida, una mansión valorada con seis dormitorios, nueve cuartos de baño y un muelle privado. La sacaron a la venta en noviembre del año anterior por 17 millones de dólares (15,9 millones de euros) y, tras hacerle unas reformas en marzo, finalmente le pusieron el precio de 15,5 millones (casi 14,5 millones de euros), para acabar vendiéndola por 15 millones (unos 14 millones de euros), según afirmó People.
Como familia, a lo largo de estos años han conseguido mantenerse relativamente alejados de los focos, dados sus perfiles mediáticos, muy elevados. Él, que acaba de cumplir 34 años, es uno de los componentes de la banda de pop familiar The Jonas Brothers, con casi dos décadas de carrera a sus espaldas y miles de fans por todo el planeta; ella, británica de 27, fue una de las principales protagonistas de la serie Juego de Tronos, donde interpretaba a Sansa Stark, y también forma parte de la saga X-Men, donde da vida a la Fénix Oscura. En las escasas entrevistas que conceden, los dos han asegurado que mantener su relación de forma privada les ha ayudado, dada la gran fama que han alcanzado desde su juventud.
La pareja se conoció en 2016 gracias a unos amigos en común; se siguieron en Instagram, empezaron a mandarse mensajes y la conexión fue inmediata. Anunciaron su compromiso en octubre de 2017 y, aunque la boda tuvo que esperar, finalmente fueron dos. En mayo de 2019 se casaron por sorpresa en Las Vegas, en un enlace oficiado por un falso Elvis Presley tras la ceremonia de los premios Billboard. A él asistieron los dos hermanos de Joe, Kevin y Nick, y la esposa de este último, la actriz Priyanka Chopra; la pareja había contraído matrimonio apenas seis meses antes.
Después Jonas y Turner se casaron en Francia, en una lujosa ceremonia celebrada a finales de junio de 2019 en el Chateau de Tourreau, en la Provenza, una mansión de 1612 con capacidad para una veintena de invitados que costaba una media de 5.500 euros la noche. La modelo Ashley Graham y la actriz Maisie Williams, Arya Stark en Juego de Tronos e íntima amiga de la novia, estuvieron entre los invitados. Los recién casados pasaron su luna de miel en un idílico resort de las Maldivas. Un año después daban la bienvenida a su hija mayor, Willa, y ya en 2022 a la más pequeña, cuyo nombre se desconoce.
