Tegucigalpa – El ministro de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Edmundo Orellana, dijo en las últimas horas a la bancada del Partido Nacional, que, si considera que la actual junta directiva del Congreso Nacional es ilegal, devuelvan sus salarios cobrados hasta la fecha porque quien les pagó es el presidente del Legislativo, Luis Redondo.
“Por ahí deben de comenzar, si es ilegal que devuelvan su sueldo y entonces que aleguen lo que quieran”, manifestó Edmundo Orellana.
Los diputados del Partido Nacional, auto-declarados oposición, han reiterado su exigencia para que la junta directiva sea ratificada, ya que de lo contrario falta a la legitimidad.
“No es importante lo que yo piense o lo que ellos piensen, lo importante es lo que decidan las autoridades”, expresó Orellana al tiempo que señaló que una decisión que dicte una ilegalidad habría un rompimiento del orden constitucional.
“La junta directiva solo puede elegirse en enero, no se puede elegir ahora, se rompe el orden constitucional y entonces vamos a una constituyente”, advirtió.
El pasado 21 de enero en el hemiciclo legislativo la diputada de Libre Beatriz Valle, presentó una moción para que su correligionario, Jorge Cálix fuera el titular de la junta directiva provisional del Congreso Nacional, obteniendo más 85 votos, es decir superior de la mayoría simple de 65 votos por lo que fue juramentado provisionalmente por el ministro de Gobernación en aquel entonces, Héctor Leonel Ayala, tal como lo manda la Constitución de la República.
Lo anterior provocó un zafarrancho que causó la salida de los 85 diputados que apoyaron a Cálix, seguidamente en la Cámara con menos de 50 votos a favor y siguiendo los acuerdos de la alianza Libre-PSH creada previo a las elecciones del 28 de noviembre de 2021, se eligió una directiva con Luis Redondo como presidente, juramentado por el diputado Rasel Tomé, es decir, no fue el ministro de Gobernación.
El 23 de enero, la junta directiva de Cálix fue ratificada por los votos y la juramentación en un club campestre en la aldea de Zambrano, ya que el hemiciclo localizado en el centro de la capital fue tomado por simpatizantes de Libre, encabezados por la propia presidenta Xiomara Castro, quienes sólo permitieron el ingreso a los que respetaron el tratado de alianza.
Ese mismo día, la directiva de Redondo fue igualmente ratificada dentro del Congreso Nacional, sin embargo, fue juramentada por la diputada, Luz Smith, actual secretaria del Legislativo.
Tras días de conflicto y una crisis política, el 7 de febrero Jorge Cálix interpuso su renuncia al igual que su junta directiva luego de llegar a un acuerdo con su partido, Libre, mismo que los había expulsado de sus filas tildándolos de traidores por no apoyar a Luis Redondo, militante del PSH.
Con este acuerdo, los disidentes volvieron a las filas del partido oficialista (excepto Beatriz Valle, que se auto catalogó independiente), mientras la presidencia del Legislativo recayó en Redondo.
