La situación actual entre Rusia y Ucrania es muy tensa. Rusia ha llevado a cabo ataques aéreos contra Ucrania durante tres noches consecutivas en respuesta a las promesas de apoyo de la OTAN a Ucrania. El presidente estadounidense Joe Biden se encuentra en Finlandia, un nuevo miembro de la OTAN, donde se reunirá con el presidente finlandés y otros líderes nórdicos para discutir la cooperación en seguridad, medio ambiente y tecnología.
En la cumbre de la OTAN en Lituania, el G7 acordó respaldar a Ucrania el tiempo que sea necesario para derrotar a Rusia. Sin embargo, Rusia respondió a este anuncio de ayuda con nuevos ataques aéreos contra Ucrania. El alcalde de Kiev informó que una persona murió y al menos cuatro resultaron heridas en la ciudad.
Rusia también ha expresado su preocupación por el envío de aviones caza F-16 a Ucrania, afirmando que consideraría esto como una amenaza nuclear debido a su capacidad para transportar bombas atómicas. Países Bajos y Dinamarca encabezan un plan para entrenar a los pilotos ucranianos en el uso de los aviones estadounidenses.
La visita de Biden a Finlandia se produce después de que los líderes de la OTAN no dieran a Ucrania un calendario claro para unirse a la alianza militar, aunque se le ofreció un paquete de compromisos de seguridad a largo plazo. Biden ha expresado su determinación de apoyar a Ucrania y afirmó que Putin aún duda del poder de permanencia de Estados Unidos y sus aliados.
En cuanto a la ayuda internacional, Australia ha prometido enviar una flotilla adicional de vehículos blindados a Ucrania, pero ha puesto en duda la propuesta de brindar aviones de combate retirados. Por su parte, el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana ha declarado que los sistemas nuevos son insuficientes para cubrir todo el país y que no tienen medios para destruir misiles balísticos. La situación sigue siendo muy volátil y se espera que haya más desarrollos en los próximos días.
